Las antiguas cajas, las que más población rural atienden

Pese a los miles de cierres de oficinas, muchos de ellos protagonizados por las cajas de ahorros, siguen siendo estas entidades (aunque transformadas en bancos de fundaciones bancarias, como CaixaBank o Bankia) las que atienden a más población en riesgo de exclusión. Según el informe de Joaquín Maudos, en el número 29 de la colección Mediterráneo Económico, si no fuera por las antiguas cajas, 1,03 millones de personas no podrían acceder a una oficina.

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"El 2,2% de la población se quedaría sin acceso a los servicios financieros cerca de su domicilio si no fuera por las sucursales de cajas y bancos de fundaciones bancarias", dice Maudos. Y recuerda que todos los cierres protagonizados por las antiguas cajas "solo han incrementado en 126.000 personas las que se han quedado sin acceso a una sucursal bancaria".

Maudos justifica este cierre masivo de las oficinas de cajas. "Fue un proceso lógico y necesario teniendo en cuenta que se expandieron de forma muy intensa en los años de la burbuja inmobiliaria y crediticia hasta 2007".

Si se baja al detalle, hay provincias que dependen de las cajas para no multiplicar este problema. Es el caso de Ourense, "donde gracias a estas entidades, el 17,5% de la población tiene acceso a una oficina. Le sigue en importancia Cáceres (15,9%), Guadalajara (13,3%), Lleida (11,7%) y Tarragona (11,4%).

Algunas cajas de ahorros mantuvieron oficinas rurales a pérdidas como una parte de su obra social. "Tenemos varias de esas en la montaña, pero no las cerramos porque somos los últimos", decía el responsable de una caja antes de convertirse en banco. Ahora admite que han tenido que recurrir a ofibuses y a dar servicio a través de comercios. "Los costes son prioritarios", admite este ejecutivo que pide el anonimato.

Las siguientes entidades que más peso tienen para evitar la exclusión son las cooperativas de crédito, de las que dependen 304.730 personas, el 0,7% de la población. Las provincias que más necesitan de las cooperativas son Cuenca, donde garantizan el acceso al 8,8% de la población, Castellón (4,1%), Soria (3,8%), Zamora (3,2%), Ávila (3,1%), Jaén (3,1%) y Valencia (3,1%). En 11 provincias son las cooperativas las que garantizan el acceso financiero.

Sobre las cooperativas pende la incógnita de la siguiente oleada de fusiones, pendiente de la futura reforma del sector. Maudos considera que "este es un elemento de incertidumbre porque la futura ley forzará fusiones y ahorro de costes, lo que supondrá cierre de oficinas. Eso podría incrementar la exclusión financiera, por lo que la potencial reforma debería tener presente este aspecto, sobre todo teniendo en cuenta la estrecha relación entre este sector y el ámbito rural", sugiera el economista. Los bancos son las entidades que menor importancia tienen garantizando la accesibilidad financiera en el lugar de residencia de la población, ya que solo el 0,4% de los ciudadanos (196.308 personas) vive en municipios en los que solo hay una sucursal de bancos y no del resto de entidades. Únicamente en Granada (3,4%) y en Badajoz (3,3%) el porcentaje supera el 3%. Los bancos solo garantizan el acceso financiero por sucursal en seis provincias.

Hasta hace cinco años, antes de su absorción por el Santander, Banesto fue el banco rural por excelencia, con una presencia muy extensa en los pueblos españoles. Maudos lamenta que no existan listados de la localización de los cajeros por municipios porque ayudaría a determinar donde existe una exclusión financiera extrema, sin acceso a efectivo.