La zona euro arroja señales de estancamiento

El estancamiento persiste en la zona euro. La inflación y el paro, dos buenos termómetros de la salud económica de un territorio, permanecieron estables en verano. Los precios registraron una mínima subida del 0,2% interanual en agosto, el mismo nivel que en julio. Y el desempleo se mantuvo en julio en el 10,1% de la población activa, según los datos publicados este miércoles por Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea.

El “fuerte repunte de la inflación” que esperaba el Banco Central Europeo para este año y el próximo no acaba de llegar, a pesar de las fuertes medidas de estímulo que aplica la autoridad monetaria. Aunque el 0,2% mejora en una décima la cifra de agosto de 2015 y deja atrás las tasas negativas registradas en primavera, la recuperación de los precios, un indicio de mayor demanda de consumidores y empresas, no se consolida. El dato –aún provisional porque se trata de un avance- encierra subidas en alimentos, alcohol y tabaco y servicios, prácticamente neutralizadas por los descensos de la energía.

La débil mejora del dato anual desaparece cuando se observa la inflación subyacente, más indicativa de la evolución estructural de los precios porque elimina los elementos más volátiles: alimentos frescos y energía. Agosto cerró con un avance interanual del 0,8%, igual que el de julio pero una décima inferior al de agosto de 2015. “Existe el riesgo de que la inflación simplemente no responda a la recuperación [económica]. Puede que hogares y empresas se hayan habituado a una inflación baja y hayan dejado de esperar subidas de precios o salarios, en cuyo caso puede que la inflación se haya estancado en niveles bajos”, advierte el banco HSBC en un análisis sobre los datos europeos.

Tampoco el desempleo arroja señales alentadoras. El 10,1% de los habitantes activos de la zona euro estaban en paro en julio, frente al 10,8% de hace un año. La cifra se ha mantenido inmóvil desde el pasado mes de abril. Esa media aglutina realidades muy diferentes. Malta, con un 3,9%, registra el porcentaje más bajo, seguido de República Checa y Alemania (ambos en el 4,2%). En el otro extremo se sitúa Grecia (23,5% de paro en mayo, último dato disponible) y España, con el 19,6%. El dato que ofrece Eurostat es un indicador que elimina los efectos de calendario y corrige las cifras que arrojan las principales encuestas europeas de desempleo (en el caso español, la encuesta de población activa, que es trimestral) con datos mensuales oficiales. España ha sido el tercer país que más ha reducido el paro en el último año (el verano pasado rozaba el 22%).

El desempleo juvenil sigue siendo el principal reto del continente. El 21,1% de los jóvenes de la zona euro que quieren trabajar no lo hacen. Las mayores dimensiones del problema se alcanzan de nuevo en Grecia, con la mitad de sus jóvenes activos en paro, y en España, con el 43,9%.

Las cifras de paro mejoran si se toma la Unión Europea en su conjunto. Los 28 Estados miembros arrojaron una tasa media del 8,6%, un dato también estable y que continúa siendo el mejor desde marzo de 2009. El desempleo juvenil alcanza el 18,8%.