Los españoles son los más beneficiados por el BCE gracias a las hipotecas variables
Draghi defiende que sus medidas castigan más a los italianos que a los alemanes
El Banco Central Europeo (BCE) se revuelve contra las críticas. Tras el anuncio de medidas extraordinarias en marzo, la prensa germana arremetió contra ellas tildándolas de “ataque frontal a los ahorradores”. La contestación de la institución no ha tardado en llegar: en su último boletín, el BCE responde que la actual política monetaria casi no está teniendo coste para los hogares alemanes. Es más, los italianos son los mayores perjudicados. Por el contrario, aparece un ganador indiscutible: las familias españolas, debido fundamentalmente a su alto endeudamiento en hipotecas variables.
El BCE acapara casi una cuarta parte del PIB de la zona euro en su balance. Y cuando un banquero central se sienta sobre esa cantidad de deuda, la exposición crece. Desde el Ha muerto el Bundesbank al Bienvenidos al renacimiento de la lira, en Alemania se han prodigado los titulares que acusan al italiano Mario Draghi de ser un infiltrado de la periferia en la presidencia del BCE. Es “un cómplice” de los países que están al borde la bancarrota como Italia, insinuó en marzo el reputado economista teutón Hans-Werner Sinn al conocer la última batería de compras de deuda.
De ahí que el banco central se haya tomado esto muy en serio. Hasta el punto de producir una nota publicada en su último boletín en la que se estudia los efectos de los bajos tipos de interés sobre los hogares europeos. “Dado que los hogares no solo se endeudan, sino que también ahorran, surge la cuestión de en qué medida los niveles más bajos de tipos de interés han afectado a los ingresos netos por intereses de este sector. Este análisis es especialmente relevante para evaluar el impacto de los tipos de interés más reducidos sobre el consumo agregado”, explica el documento.
Por un lado, el banco central estudia cómo han evolucionado los pagos por intereses de las familias. Por otro, cómo se han comportado las remuneraciones del ahorro. Y la conclusión por países es que los hogares españoles son los más beneficiados sin que ello suponga un coste para franceses y alemanes. Sin embargo, a la luz de este informe, los verdaderos perdedores son los italianos, que tienen mucho ahorro y poca deuda.
En el caso de España, los hogares están muy endeudados y poseen una gran proporción de su deuda en hipotecas con tipos variables que responden a las bajadas de tipos. De hecho, el Banco de España cifra en 0,5 puntos de PIB el crecimiento ganado solo por las políticas del BCE. Hace no mucho lo explicaba a la perfección el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri: “Con la reducción de los tipos de interés en las hipotecas, se ha dado un trasvase de renta desde los resultados bancarios a las familias. Así, en el año 2012 las familias españolas pagaron por intereses una suma de 21.330 millones de euros, mientras que en el 2015 fueron 8.230 millones de euros. Para que os hagáis una idea, esta, permitidme la expresión, liberación de recursos ha sido tan intensa como la derivada de la caída del precio del petróleo”.
En el conjunto de los hogares de la zona euro, lo que se ahorran en intereses y lo que se pierde por remuneraciones de intereses prácticamente supone lo mismo. Mientras que los pagos por intereses han descendido tres puntos desde otoño de 2008, los ingresos por intereses han disminuido en 3,2 puntos. O sea, que en términos agregados no está afectando, sostiene la institución dirigida por Draghi.
Sin embargo, esta operación sí que tiene un impacto muy positivo en el consumo. “Dado que los deudores netos suelen tener una mayor propensión marginal al consumo que los ahorradores netos, este canal de redistribución de los tipos de interés más reducidos refuerza el consumo agregado”, concluye el banco. Además, recuerda que unos tipos bajos desincentivan el ahorro y favorecen las compras.
Aun así, esta nota presenta un pero al que bien podrían aferrarse los críticos alemanes: no incluye las repercusiones de los tipos bajos sobre las inversiones de los hogares en fondos de pensiones y seguros de vida, o sobre las plusvalías procedentes de la renta fija y variable a largo plazo. Tan solo se contabiliza la retribución de los depósitos, bonos y préstamos. Sin embargo, en este punto el BCE también contesta: “Existe evidencia de que el impacto positivo de los intereses más reducidos en los precios de las acciones y de los bonos de la zona euro ha sido significativo”. Es decir, defiende que los tipos bajos están consiguiendo que los inversores se muevan hacia otros destinos como la bolsa y eso suba los precios de los activos, inflando la riqueza de los hogares.
“Manteniendo los tipos de interés en niveles reducidos, el BCE ha fomentado la demanda necesaria para que la economía converja a su potencial de crecimiento de forma que, finalmente, los tipos de interés puedan volver a subir”, remacha.
Tipos bajos, la alternativa a la unión fiscal
Los tipos extrabajos y las compras de deuda han tirado hacia abajo de la retribución del ahorro, aliviando a los endeudados. Es lo que en la jerga se conoce como represión financiera, un asunto harto controvertido en Alemania, la sociedad que más envejece del mundo y que, por lo tanto, ahorra de cara a la jubilación. En opinión de algunos académicos, con su política monetaria Draghi está introduciendo el debate de la integración fiscal por la puerta de atrás. “Si queréis disfrutar de un mercado sin barreras monetarias y os empeñáis en que esto funcione sin una unión fiscal, entonces tendréis que sufrir unos tipos tan bajos que no retribuyan el ahorro”, comenta un experto en política monetaria.
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