La Bolsa registra su mayor subida en dos años tras la fuerte mejora en la deuda

La prima de riesgo española se ha reducido este jueves de golpe en 50 puntos básicos y ha bajado de los 600 puntos por primera vez desde el viernes gracias a la dura advertencia que ha lanzado Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo. "El Banco Central está dispuesto a hacer todo lo que sea necesario para preservar el euro. Y créanme, eso será suficiente", ha advertido Draghi, cuya institución es la única con capacidad para actuar de forma inmediata si se quieren atajar las fuertes presiones que han acorralado a España en los mercados.

El cambio de rumbo en la deuda ha disparado las ganancias en las Bolsas. Entre ellas, el español Ibex 35 ha subido un 6% en su mejor jornada de los últimos dos años. El resto de las Bolsas europeas también ha experimentado fuertes subidas. El Dow Jones subía cerca de un 1,5% al cierre en el Viejo Continente animado por la bonanza europea.

"En la medida en que las primas de riesgo dificulten el funcionamiento de los canales de transmisión de la política monetaria, caen bajo nuestro mandato", ha justificado Draghi, que el pasado fin de semana rechazó intervenir en los mercados en tanto en cuanto no entra en las competencias del BCE sustituir a la política financiera de los países. Traducido: deben seguir con los ajustes y las reformas, sobre todo España, cuya actuación hasta la fecha en materia presupuestaria y de reducción del déficit ha generado los recelos en el seno del eurobanco.

El aviso del presidente del BCE ha servido para que la prima de riesgo, que es el diferencial entre el interés al que cotiza la deuda española a 10 años frente a la alemana, de referencia, bajase a 560 puntos básicos cuando el miércoles acabó la sesión en 610 puntos básicos. Gracias a ello, ha puesto tierra de por medio con respecto a los sucesivos máximos que ha marcado durante las últimas jornadas y que han llevado a este indicador a rozar, por primera vez desde, al menos 1993, los 650 puntos. Pese a ello, sigue en niveles altos e insostenibles a largo plazo aunque la rentabilidad del bono español a 10 años ha bajado del 7% (6,928%), el nivel que en opinión de los analistas supone la frontera que acaba abocando al rescate.

Precisamente, el deterioro de las últimas jornadas ha estado motivado por el temor cada vez más presente en el mercado de que el Estado pedirá un rescate total para seguir pagando a sus acreedores, así como por los sucesivos anuncios de Valencia, Murcia o Cataluña de que pedirán el rescate a un Estado rescatado. En cuanto al resto de los tramos de la deuda, la rentabilidad a la que se intercambian los títulos del Tesoro Público se ha reducido en más de medio punto porcentual, con lo que los bonos a 5 o 3 años sí han bajado del 7% hasta el 6,56% y el 6,29%, respectivamente, mientras los títulos a dos años se han situado por debajo del 6% (5,680%). La mejora supone ganar tiempo para España, aunque habrá que esperar hasta el próximo 2 de agosto, cuando está previsto que vuelva al mercado a emitir bonos del Estado.

La prima de riesgo de Italia, por su parte, ha bajado en 44 puntos hasta los 473. Unas horas antes de las declaraciones del presidente del BCE, el Tesoro del país transalpino se había visto obligado a abonar los intereses más altos desde noviembre para colocar 2.500 millones en bonos a dos años con un 4,860%.

Las palabras de Draghi constatan que algo se mueve en el seno de la autoridad monetaria y apuntan en la dirección de que se podrían anunciar novedades en breve. De hecho, según informaron el miércoles fuentes europeas y del sector financiero, el BCE lleva días estudiando tomar medidas de alivio destinadas a los países con más problemas, en especial a España e Italia, tal y como ha publicado EL PAÍS. En este sentido, fuentes comunitarias han destacado, tal y como ha avanzado el propio Draghi, que la próxima reunión en Fráncfort, donde está la sede del Banco Central, es clave: “No hay tabúes; el BCE puede tomar decisiones si hace falta, sobre todo ahora que no hay riesgos de inflación”.

El miércoles, el sobreprecio exigido a la deuda española frente a la alemana logró mejorar por primera vez en las últimas 10 jornadas, lo que permitió romper con la peor racha que acumulaba la deuda española desde noviembre de 2010. Para lograr este cambio de tendencia fueron claves las declaraciones del representante austriaco del BCE, el ortodoxo Edwald Nowotny, de que está a favor de reforzar los fondos de rescate del euro, algo que hasta ahora ha rechazado Alemania. 

Para apuntalar ese cambio de viento, el eurobanco baraja otras opciones: la flexibilización de las garantías que pide a la banca para financiarse —con objeto de dar incentivos para que los inversores vuelvan a la deuda de los periféricos—, combinada con un programa de compra de activos. Ambas medidas, junto con otras posibilidades, están en fase de estudio. Su puesta en marcha estaba prevista para el otoño, pero podrían adelantarse por el recrudecimiento de las tensiones.

En la renta variable, Telefónica, protagonista de la jornada tras anunciar la víspera al cierre del mercado su decisión de anular el pago al accionista y adelantar la presentación de resultados, ha frenado el descenso inicial y se ha dado la vuelta por la tarde tras llegar a ceder más de un 8% y tocar mínimos desde 2003 ligeramente por encima de los ocho euros. A una hora del cierre avanzaba un 1,14% hasta los 8,70 euros.

También ha captado la atención de los inversores el Banco Santander, que ha publicado resultados con un descenso del 51% en su beneficio; y Repsol, que ha hecho lo propio con un recorte de las ganancias del 14% en sus primeras cuentas sin YPF. Así, las acciones del banco han avanzado un 7% y, las de la petrolera, un 4,6%. El valor que más ha subido a esa hora ha sido Gamesa, con un 8,35%.