Los ensayos con virus mutantes de la gripe aviar se detienen 60 días

Las dos revistas científicas Nature y Science anunciaron ayer la suspensión durante 60 días de las investigaciones con cepas mutantes del peligroso virus de la gripe H5N1. Los dos equipos que realizan estos controvertidos experimentos asumieron la moratoria voluntaria en una carta firmada por 39 investigadores explicando que, con esta medida, quieren dar tiempo al debate sobre la seguridad o el riesgo de sus trabajos, y reconociendo la alarma surgida en torno a los mismos. Los científicos han hecho cepas mutantes del virus de la gripe aviar que facilitan su transmisión en hurones, como modelo animal, para lograr desentrañar los mecanismos precisamente del contagio. Esta cepa es altamente mortífera en humanos pero su transmisión es muy poco eficaz, es decir, que es muy difícil que se transmitan como la gripe corriente, pero una vez que se coge, es muy grave.

La declaración hace alusión al riesgo de fuga, pero no a una amenaza criminal

"Somos conscientes de que las organizaciones y Gobiernos de todo el mundo necesitan tiempo para encontrar las mejores soluciones para los retos y oportunidades que se derivan de este trabajo", dice la carta. La firman Ron A. M. Fouchier (Centro Médico Erasmus en Roterdam, Holanda), Adolfo García-Sastre (Escuela de Medicina Mount Sinai, Nueva York), Yoshihiro Kawaoka (Universidad de Tokio) y 36 coautores.

La declaración de la moratoria reconoce la polémica suscitada sobre el riesgo de liberación accidental de las cepas mutantes, pero no se hacen alusión al bioterrorismo, es decir, el peligro de que la información sobre cómo hacer esas cepas del H5N1 pudiera ser útil para alguien que quisiera hacer un uso criminal de los datos.

La polémica se disparó el pasado mes de diciembre, cuando el Gobierno de EE UU, a instancias del Comité Nacional Asesor sobre Bioseguridad (NSABB), pidió a las revistas científicas que publicasen sólo las conclusiones generales de estas investigaciones con las cepas mutantes del H5N1, pero no los detalles del trabajo realizado, para evitar su uso en bioterrorismo. Dentro de la comunidad científica, muchas voces lo consideraron censura y una grave decisión contraria a la práctica de transparencia de información completa para, no solo permitir los avances de la investigación, sino también la comprobación de los resultados por repetición de los mismos en otros laboratorios.

Los polémicos trabajos, en resumen, consisten en transformar el virus de manera que resulte más contagioso y desvelar así mecanismos de transmisión mal conocidos de este patógeno. Para unos el resultado es una bomba biológica; para otros, es una investigación necesaria para conocer y prevenir el contagio. Eso si, estos experimentos se realizan en las condiciones máxima seguridad biológica y con todos los permisos necesarios de las autoridades sanitarias y científicas.

"Al comparar la amenaza actual del bioterrorismo y nuestra experiencia en el pasado con la amenaza de la gripe, podríamos decir que la naturaleza misma debería ser considerada principal bioterrorista", escribieron Fouchier y dos colegas recientemente en Science. Recordaron que los virus han matado a muchos millones de personas en el mundo sin ayuda directa del hombre y que hay que estar preparados para nuevos brotes. Ahora los científicos se comprometen a no realizar ninguna investigación durante 60 días relacionada con cepas "altamente patógenas" del H5N1 "orientada a la generación de virus que sean más transmisibles en mamíferos".

"La pausa es bienvenida", dijo a Nature Michael Osterholm, miembro de la NSABB. Pero la moratoria es demasiado corta, dice: "Los 60 días no serán suficientes para establecer y aplicar una política internacional que funcione; no creo que sea realista".