Barcelona, capital mundial del móvil y del 'contactless'

Pide un café en el bar. El camarero le trae la cuenta. Son 1,20 euros. Entonces se da cuenta de que no lleva dinero en efectivo. ¿Pagaría con tarjeta? Probablemente, para pagos tan pequeños el local solo acepte efectivo. O quizá no. Si vive en Barcelona, su tarjeta puede que sea ya contactless (sin contacto, en inglés) y que el bar tenga un datáfono adaptado. Es decir, que podrá coger la tarjeta de crédito, posarla encima de un pequeño terminal y ya habrá pagado su café. El camarero no se llevará su tarjeta. No le pedirá ningún número secreto ni que firme ningún papel. Y lo más importante: nadie le mirará mal por hacer una compra minúscula tirando de tarjeta. ¿Tiene el dinero en efectivo los días contados? Cuando se celebre en febrero el Congreso Mundial del Móvil, La Caixa, Visa y el Ayuntamiento prometen que Barcelona se habrá convertido en "ciudad contactless".

El nuevo sistema se podrá usar para efectuar pagos de menos de 20 euros

"Si pierdes el efectivo, no hay solución. Pero si pierdes tu tarjeta sin contacto, cuando te des cuentas y avises, el dinero que tenías seguirá ahí", explicó ayer Antoni Massanell, director general de La Caixa, quitando hierro a posibles reticencias por seguridad a pagar con tarjeta sin PIN. Esta entidad presentó junto con el director en España de Visa Europa, Luis García, su ofensiva para promocionar el sistema. Antes de febrero, La Caixa espera haber cambiado la mitad de las tarjetas de crédito en manos de sus clientes por unas nuevas que, además del pago tradicional con PIN, permitan pagos de menos de 20 euros solo con acercar la tarjeta a un lector. En 2012 habrán sustituido cerca de un millón de tarjetas. Después de Cataluña llegará el resto de España. Ya han cambiado las de los clientes jóvenes y ha empezado a sustituir los datáfonos de los comercios y a adaptar 500 cajeros automáticos. En total, la entidad invertirá en el proceso del contactless 35 millones de euros.

En Estados Unidos ya se puede comprar una hamburguesa en McDonald's o un café de Starbucks con tarjeta sin PIN. En Londres, el objetivo es que esté implantado el sistema sin contacto en toda la ciudad para los Juegos Olímpicos del verano. En España se habían realizado proyectos piloto en Sitges (Garraf) y las Islas Baleares. Pero es ahora cuando los bancos han decidido apostar fuerte. Bankia y BBVA han puesto en marcha un proyecto similar en Madrid, aunque según La Caixa, menos ambicioso que el suyo, que incluye la adaptación incluso de los cajeros. El Ayuntamiento de Barcelona se ha comprometido a colaborar para extender el sistema de pago y estudia adaptar las máquinas de venta de billetes de metro, los aparcamientos públicos e incluso los taxis. Estos últimos, reconoció ayer Raimond Blasi, concejal de Comercio del Consistorio, quizá no estén listos para el Congreso del Móvil, pero se irán adaptando. La conversión de cajeros y comercios, además, tiene un doble objetivo: los nuevos aparatos permiten en el futuro el pago también con el móvil. Cuando la tecnología NFC se popularice en los celulares (Google ya apuesta por ello), se podrán convertir en la tarjeta con la que pagar.

Para que tenga éxito el pago de pequeñas cantidades con tarjeta, La Caixa aseguró ayer que "se incentivará" al comercio para que las utilice, con comisiones muy inferiores a las de pago con tarjeta habitual. Tanto los datáfonos como los cajeros no solo servirán para leer las tarjetas sin contacto de la propia entidad, sino que serán compatibles con las de otros bancos. Bankia y BBVA implantarán el contactless para un millón de clientes dentro del anillo de la M-30 de Madrid e instalarán 7.000 terminales en bares, tiendas y cafés de dicha zona.