La investigación en la cárcel de Huelva llega a los jefes de servicio
Instituciones Penitenciarias prevé trasladar a un 'narco' por el caso
Las investigaciones sobre la supuesta trama que ofrecía sobornos a algunos funcionarios de la prisión de Huelva para que dieran trato de favor a algunos internos y que le ha costado el puesto al director de la prisión, Francisco Sanz, buscan ahora presuntos cómplices en escalones más bajos de la estructura del citado centro. Los inspectores de Instituciones Penitenciarias han interrogado en las últimas horas a varios subdirectores y jefes de servicio. Fuentes cercanas a la investigación remarcaron ayer que los interrogatorios a esos funcionarios tenían como cometido "contrastar información" y no se realizaban porque estuvieran bajo sospecha. Las citadas fuentes añadieron que se había prohibido además el acceso a la prisión de integrantes de la asociación de lucha antidroga Tu Mismo, de Isla Cristina, por tener "comportamientos irregulares".
Se ha prohibido el acceso a la prisión a una asociación antidroga
La investigación se ha saldado, de momento, con la destitución por "falta de confianza" de Sanz, que llevaba 14 años al frente de la cárcel, por su supuesta vinculación con esa trama. Pero las pesquisas no se centran exclusivamente en el ya exdirector. Instituciones Penitenciarias ha remitido a la Fiscalía Anticorrupción los datos recabados de la investigación abierta y ha nombrado a un inspector para asumir de forma temporal el cargo y proseguir con las pesquisas.
La primera pista sobre las presuntas actuaciones irregulares por parte de la dirección del centro penitenciario de Huelva fueron las declaraciones del narcotraficante Anselmo Sevillano en las que aseguraba que Sanz había aceptado "sobornos a cambio de favores". Según personas cercanas a la investigación, Sevillano realizó esas afirmaciones como represalia tras conocer su inminente traslado a la prisión de Salamanca. Esas mismas fuentes aseguran que el trato de favor que presuntamente recibían algunos reclusos tenía lugar "desde, al menos, cinco años".
Sevillano estaba recluido en la cárcel onubense desde el pasado agosto, cuando fue detenido en Estepona (Málaga) en el marco de la operación Celeste. Supuestamente, Sevillano había regalado coches de lujo a cambio de recibir un trato especial que le ayudara a conseguir el tercer grado a un primo suyo, también interno de la prisión. Los sobornos tenían como objetivo lograr cambios de grado o permisos de fin de semana para algunos internos.
Una de las primeras medidas de Instituciones Penitenciarias tras conocer las acusaciones sobre las supuestas irregularidades en la prisión de Huelva fue la de separar a los presuntos cabecillas del entramado de sobornos. Mientras que Interior prevé ahora trasladar a Sevillano a Salamanca, el narcotraficante gallego Sito Miñanco ya abandonó Huelva el pasado junio para continuar su condena en la prisión de Algeciras. El poder económico de los narcotraficantes es muy alto incluso después de ser detenidos, condenados y encarcelados. Pese a que ellos no puedan disfrutar de beneficios, la obtención para otros internos incrementa su ascendente ante los demás internos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.