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Reportaje:

Una torre cerca del cielo gaditano

Telefónica organiza visitas selectas al edificio más alto de Cádiz

El cielo de Cádiz se puede tocar. O al menos esa es la impresión al subir los 100 metros de la Torre Tavira II, la que se conoce popularmente como el Pirulí por sus similitudes con el edificio de RTVE en Madrid. Es la mejor vista, la que permite dominar la ciudad como una maqueta, debatir sobre los avances o retrasos en las obras pendientes, diseccionar los errores y aciertos urbanísticos. Telefónica, propietaria del inmueble, está organizando visitas selectas a la cumbre gaditana.

La torre de Telefónica terminó de construirse en 1992. Es uno de los edificios singulares de la empresa de telecomunicaciones en España, reconocido ya en el inventario del patrimonio de la ciudad por el diseño de Guillermo Vázquez Consuegra. Tiene 114 metros de alto y le robó a la primera Torre Tavira, en el casco antiguo, la condición de inmueble más elevado. La visita permite observar toda la ciudad, con el mar verde de la playa Santa María del Mar, las Puertas de Tierra, y el puerto de Cádiz, en primer plano. Más a lo lejos se ve la bahía y, en días despejados, el castillo de Sancti Petri, entre Chiclana y San Fernando, o el faro de Chipiona.

Se terminó en 1992 para asegurar las telecomunicaciones dentro de la ciudad
En días despejados se ve el castillo de Sancti Petri y el faro de Chipiona

El edificio fue construido para asegurar las telecomunicaciones en Cádiz y es una de las tres sedes que tiene la empresa en la ciudad. Ahora el inmueble está menos utilizado así que los responsables de Telefónica están estudiando nuevos usos. De momento, ha decidido organizar excursiones esporádicas para que los gaditanos y visitantes puedan disfrutar de vistas espectaculares. Por ahora no se pueden hacer habituales porque la torre no está acondicionada y sigue siendo un centro de trabajo.

Hay 364 escalones para superar la distancia desde la base a la cúspide y un ascensor que impide la derrota moral del recorrido. La planta superior tiene unos enormes ventanales. Tienen su historia. La altura del edificio hace que cuando sople el habitual viento de levante la estructura oscile. No se tuvo en cuenta en la construcción y el 80% de los cristales se rompieron y hubo que reponerlos.

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"Hay gente que aquí ha hecho cursos de formación y se ha mareado", admite el técnico de Movistar, José González Manjón. Él siguió de cerca la construcción de la torre. "Fue un proyecto muy intenso. La grúa siempre trabajaba 20 metros más alto y tenía que agarrarse a la base", explica mostrando fotografías de la construcción que recuerdan a las de los obreros de Nueva York asomados al abismo en la fase de elevación de los rascacielos. Después hay una escalerilla que accede a la cúspide. Aquí no hay ventanas que protejan del viento. Una barandilla reduce pero no elimina el vértigo de la altura.

El director de Telefónica en el territorio sur, José Rocillo, enmarca este edificio como uno los grandes logros de su empresa, por la importancia de su diseño y por servir de emblema a toda la ciudad. "Tenemos muchos inmuebles singulares pero las vistas de este no son comparables con las de ningún otro", sostiene. Las visitas despiertan el debate arquitectónico sobre la idoneidad de los bloques de edificios de Cádiz o las dimensiones del nuevo parador que se construye en el centro histórico. También se observa la actividad de los muelles y el avance de las obras del segundo puente o de la llegada de la alta velocidad.

En Cádiz suscita gran interés siempre cada avance en la restauración de la maqueta de la ciudad, la que que custodia el Museo Histórico Municipal. Ya hay otra maqueta. Viva, despierta, en constante transformación, cambiante, hermosa, apabullante. Se disfruta desde el edificio más alto de Cádiz cuando Telefónica abre las puertas del Pirulí.

Vista de Cádiz desde la torre de Telefónica durante una de las visitas programadas.
Vista de Cádiz desde la torre de Telefónica durante una de las visitas programadas.EDUARDO RUIZ

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