Aprender las herramientas
Leí con mucho interés el artículo de Vargas Llosa del pasado domingo en el que resumía las ideas de Nicholas Carr acerca del uso de Google e Internet.
Como herramientas de captación y procesado de la información tienen un doble filo: por un lado pueden ser muy útiles para realizar una acción de búsqueda de información, pero por otro, y al igual que lo hace el lenguaje, contribuyen a la construcción y definición del sistema cognitivo y racional del individuo. A raíz de ello, el usuario de dichas herramientas no ejercita las habilidades intelectuales que le permitirían convertir la información en conocimiento.
Lo que me resulta más inquietante de todo ello es el evidente paralelismo que guardan estas actitudes con las que se impulsan hoy en día en las escuelas: herramientas para establecer relaciones, detectar inputs, habilidades de búsqueda, de unificación de datos, etcétera. Pero no se valora el uso de la memoria, los algoritmos matemáticos, el efecto sorpresa o el esfuerzo. Son herramientas que no están de moda. Deberíamos ser lo suficientemente hábiles como para saber impulsar la adquisición de las nuevas herramientas sin que ello vaya en detrimento de las que el tiempo ha demostrado que son imprescindibles.
