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Polideportivos en huelga

Los trabajadores de los centros municipales temen que la próxima privatización de Chamartín sea solo la primera

"Han tocado el buque insignia", decía el sábado uno de los trabajadores del polideportivo de Chamartín. Estaba, con dos docenas de compañeros de otras instalaciones municipales, en la avenida de Pío XII, pidiendo a los transeúntes que firmaran "contra la privatización" del deporte en Madrid. "Chamartín es el centro que menos pérdidas tiene, el más rentable. Si cae, caeremos todos". Mientras él hacía ese pronóstico, cuatro de sus compañeros animaban a los de la calle desde su encierro, en la azotea del centro. "Es público, es tuyo, ¡defiéndelo!", decían los carteles. Su encierro, que se prolonga desde el jueves, acaba hoy. Los 2.800 trabajadores de los poliderportivos municipales están llamados a la huelga.

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El germen de la protesta es el polideportivo municipal de Chamartín, un edificio gigantesco -5.000 metros cuadrados- que alberga una de las mejores piscinas públicas cubiertas de Madrid, con 10 carriles, y una de las pocas abiertas para nadar en fin de semana. Hace unos meses que ya no se puede, ni en domingo ni en lunes. En julio cerró por obras: 577.000 euros del Plan E para adaptar las calderas del centro y mejorar la climatización. Iba a abrir el 2 de enero. Pero en octubre, según explica el Ayuntamiento, los técnicos del distrito descubrieron que se estaban desprendiendo las bovedillas del techo de la piscina. Urbanismo decidió que había que arreglarlo y, esta vez con dinero municipal, se está poniendo en marcha la segunda fase.La nueva fecha de apertura es finales de marzo. Para cuando vuelva a recibir a los usuarios, la gestión del polideportivo de Chamartín estará privatizada. Se sacará a concurso y la empresa que gane contratará a sus propios trabajadores: técnicos, monitores, personal sanitario. Ese es el problema. Pese a que el Ayuntamiento asegura que no habrá despidos -UGT calcula que entre los técnicos deportivos hay un 60% de interinidad-, los sindicatos temen una pérdida efectiva de empleos. "Hace tiempo que las plazas que quedan vacantes ya no se cubren", explica Juan Carlos Rodríguez, secretario general de Deportes de UGT.

Más allá del conflicto sindical, los usuarios también se verán afectados por la privatización, aseguran los trabajadores. "Lo que tenemos ahora son unas clases de alta calidad y a un precio asequible", afirma Rodríguez. "Nos preguntamos qué pasará cuando sea una empresa la que lleve la gestión, qué profesorado contratarán". Y pone un ejemplo: "Hay 25 licenciados en INEF que han aprobado unas oposiciones y han dejado su puesto libre. En su lugar han contratado personal técnico deportivo con una cualificación inferior".

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El Ayuntamiento asegura que las tasas públicas se van a mantener. Es lo que ha sucedido, añade un portavoz, con los ocho centros de nueva construcción, que ya empezaron siendo de gestión indirecta. El precio público es el mismo que en los de gestión directa. Sin embargo, la existencia de dos modalidades ha provocado algún problema. Los abonos que expide un centro de gestión pública no sirven en los de gestión privada, y al revés. Es decir, hay ocho centros que forman parte de la red pública, pero a los que no se puede acceder con el abono que sí es válido para los otros 54.

Los sindicatos que han convocado la huelga para hoy (CC OO, UGT y CGT) se aferran al acuerdo de integración que firmaron con el Ayuntamiento de Madrid en 2004. Se extinguía el Instituto Municipal de Deportes, que tenía la forma jurídica de una fundación, y los centros y sus trabajadores pasaban a integrarse en el Consistorio. La gestión, según el acuerdo de julio de ese año, "pasa a ser desarrollada de manera directa por el Ayuntamiento de Madrid". Para los sindicatos, esa frase demuestra que el Consistorio ha incumplido el acuerdo. Temen, además, que tras Chamartín se privaticen otros centros. "Es el primero; vendrán más", augura Rodríguez. Un portavoz del Ayuntamiento aseguró ayer que se trata de un caso puntual y que Chamartín, al haberse sometido a una "reforma integral", se considera a efectos de gestión como un centro de nueva creación.

Los trabajadores, que también se concentrarán en la Puerta del Sol hoy a mediodía (darán una clase colectiva y gratuita de aeróbic para los ciudadanos que se acerquen), están convencidos de que las nuevas obras en Chamartín son una excusa. "Hay otras instalaciones con el mismo problema en las que se ha solucionado con una malla para impedir que caigan los restos, como en Aluche", dice Rodríguez. "Además, no pueden decir que la reforma es integral porque no han tocado ni las vidrieras, ni el pabellón de la planta superior, ni las oficinas, ni el exterior, ni el vaso de la piscina, ni el graderío", enumera.

Los representantes sindicales se reunieron ayer con Juan Bravo, concejal de Hacienda. Según ellos, el edil dejó abierta la posibilidad de que, pasadas las elecciones, otras reformas integrales de polideportivos acaben en privatización. Un portavoz del Consistorio, sin embargo, aseguró que los 54 centros de gestión pública van a continuar así. "Tenemos la absoluta certeza de que la intención del Ayuntamiento es acabar con la gestión pública", insiste Rodríguez. Volverán a verse con la Administración municipal, esta vez con el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. Mientras, seguirán recogiendo firmas.

La mayor parte de los 57 trabajadores de Chamartín fueron recolocados cuando cerró la instalación. Solo 11 se han quedado en el centro para labores de limpieza y mantenimiento. Se incorporaron a otros polideportivos públicos que tenían necesidades de personal, explicó el portavoz municipal. Los concejales de distrito fueron los que solicitaron el refuerzo de trabajadores para los centros peor dotados.

Al no tratarse de un servicio esencial, la huelga no tiene mínimos pactados. Los sindicatos auguran mucha participación y, por tanto, muchos polideportivos cerrados durante todo el día.

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