La policía francesa registra la casa de Bettencourt
La policía francesa registró durante todo el día de ayer la mansión de Liliane Bettencourt, la mujer más rica de Francia y dueña del imperio L'Oréal, quien se encuentra estos días de vacaciones en Mallorca. La operación ha sido ordenada por la juez Isabelle Prévost-Desprez, encargada del sumario abierto tras la queja por "abuso de debilidad" presentada por la hija de la millonaria, Françoise Meyers-Bettencourt, contra el fotógrafo François-Marie Banier, al que acusa de aprovecharse de su madre.
Los agentes buscaron en el domicilio de Bettencourt unos "papelitos" escritos por Banier y por el gestor de la fortuna de la millonaria, Patrice de Maistre, para presionar a la anciana de 87 años, según asegura el diario Le Monde. Una antigua empleada de la dueña de L'Oréal, Dominique Gaspard, que trabajó en la casa de los Bettencourt desde 1991 hasta 2008, explicó que el fotógrafo y el gestor colocaban "papelitos" para hacerle creer que su hija quería privarla de la libertad y quedarse con su dinero.
Papeles comprometidos
Gaspart, que testificó ante la juez al principio de verano, indicó el martes a la policía el lugar donde escondió los "papelitos" que encontraba. En algunas ocasiones, los textos era más largos y consistían en discursos que la millonaria tenía que aprenderse de memoria antes de una cita importante. Gaspard recuerda por ejemplo el texto que tuvo que aprender la mujer antes de un encuentro con el presidente Nicolas Sarkozy en 2008, destinado a pedirle que frenara la demanda interpuesta por su hija contra Banier, según indica el diario francés. "Ha sido un placer apoyarle durante su elección, seguiré ayudándole personalmente, tengo problemas graves con mi hija que pueden tener consecuencias para L'Oréal, por lo tanto para la economía del país", decía el texto.
"Estoy indignada, escandalizada, herida y triste de ver mi vida privada expuesta y violada de nuevo", reaccionó Bettencourt al conocer los registros de su palecete en las afueras de París. La mujer habría donado a Banier hasta 1.000 millones de euros. El fotógrafo también figuraba como su heredero universal, aunque Bettencourt cambió su testamento este verano. "No entiendo que se me pueda tratar de tal modo cuando, según lo que se escribe sobre mí, se supone que soy una víctima", dijo la millonaria.
