"Ante el poder de la televisión uno se queda asombrado"
Viene de las tablas del teatro, pero Lluís Homar (Barcelona, 1957) es ya uno de los rostros más populares del cine español, en especial tras su trabajo a las órdenes de Almodóvar en Los abrazos rotos. Homar regresa a la televisión con la serie Hispania, una de las apuestas fundamentales de Antena 3 para la próxima temporada.
Pregunta. Su ritmo de trabajo es frenético ¿Es intencionado?
Respuesta. Siempre he trabajado mucho. Empecé con 19 años y estuve durante 25 en el teatro Lliure de Barcelona. Me tomo mi profesión como lo hace cualquiera que trabaja todos los días, como un trabajo continuado.
P. Ahora está usted centrado en el cine y la televisión.
R. Yo me aficioné a la interpretación por dos vías, en el teatro de aficionados de mi barrio y viendo los Estudio 1 de TVE. Así sentí el gusanillo. Y trabajé mucho en teatro en el pasado, pero también me formé con Carlos Gandolfo y con Uta Hagen en Nueva York, y ese trabajo paralelo es el que me ha servido para el trabajo en televisión y cine, que es a veces más cercano, más microscópico. El otro día estaba en Extremadura grabando Hispania, me trasladaban en una furgoneta, con 40 grados, con viento, con cansancio... y pensaba: "Esto es lo que quiero hacer". Pero es que ya he tenido 25 años de teatro...
"Mi personaje es el malo de la función; me temo que muy bien no voy a caer"
P. ¿Cómo le llega el proyecto?
R. A través de la oficina de mi representante, Paloma Juanes, como una propuesta para una serie "de romanos". Al principio me daba miedo cómo hacerla creíble. Luego, vi que era consistente, y tras conocer a los productores y al director, Carlos Sedes, y leer el guión, vi que me convencía mi personaje. También se nota que es una apuesta fuerte de Antena 3 y todo eso hace que intuyas que el trabajo va a ser importante.
P. ¿Ha llegado el momento para las series españolas de dejar el siglo XX y plasmar otras épocas?
R. Me parece maravillosa la idea de hacer viajar a la gente por nuestra historia. Ante el poder de la televisión uno se queda asombrado, es increíble esa capacidad para conectar con tanta gente, así que puede ser el mejor medio divulgativo posible.
P.
Hispania es una serie que apuesta por el espectáculo ¿Estamos preparados en España?
R. Imaginar proyectos es gratis y hay que ponerse metas, pero con la prudencia por bandera, crear siendo consciente de las limitaciones. Pero lo importante es siempre la pasión, el entusiasmo, la voluntad por dar la talla.
P. Además del sentido del espectáculo, ¿hay en la serie un afán didáctico?
R. Lo hay, en cierto modo. Se parte de lo real, del año 150 antes de Cristo, pero no hay que engañarse, el objetivo es que funcione el relato, entretener a la gente.
P. Su personaje, Galba, es el villano. ¿Será muy odiado?
R. Es el malo de la función, sí, me temo que muy bien no voy a caer. Es el representante de Roma, la figura del gobernador, un personaje que existió realmente y que, como toda la serie, tiene una parte real y otra ficcionada. Tiene aspiraciones políticas y siempre buscará el beneficio propio.
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