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Reportaje:

Un taxista suspicaz

Las sospechas de un chófer sobre un cliente permiten a la policía desarticular una red de blanqueo de dinero

F. Javier Barroso

Las sospechas de un taxista de la capital han permitido desarticular una banda dedicada al blanqueo de capitales y la falsificación de documentos compuesta por nueve personas. El jefe de la organización se hacía pasar por productor musical para pasar inadvertido. En realidad, estaba siendo buscado por la Agencia de Lucha contra la Droga (DEA) de Estados Unidos, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

El taxista acudió a los agentes del Grupo de Hurtos de la Brigada Móvil, que vigila el transporte público. El conductor contó a los policías que por la mañana había ido a recoger a una persona a un hotel de la capital. Había iniciado el recorrido junto a otros siete compañeros, que recogieron cada uno a una persona. El hombre al que recogió el taxista se trasladó en el vehículo durante toda la mañana de un banco a otro. Los policías lograron identificar al viajero y comprobaron que era un hombre de nacionalidad mexicana que llevaba encima 40.000 euros en efectivo, según fuentes policiales.

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Paralelamente, los agentes de la comisaría de Chamartín localizaron a otras tres personas de nacionalidad mexicana que llevaban gran cantidad de dinero en efectivo. Ninguno de ellos pudo justificar el origen del dinero. Todos se alojaban en el mismo hotel, al que había acudido el taxista por la mañana.

Al ver que cada uno portaba un trozo de plano de Madrid recortado, los policías pasaron el caso a los investigadores del Grupo VII de la Brigada de Policía Judicial, especializado en la lucha contra estafas y fraude monetario, que arrestaron a dos integrantes de la banda cuando regresaban al hotel y a otros dos en el aeropuerto de Barajas cuando pretendían abandonar el país. La novena detención, la de una mujer, se produjo en otro hotel de la capital.

El jefe de todo el entramado era el falso productor musical, que repartía entre sus subordinados cantidades de dinero de entre 3.000 y 10.000 euros en billetes pequeños para que las ingresaran en bancos. Pasado un tiempo, sacaban el dinero en billetes grandes. El registro de cuatro habitaciones de hotel permitió el decomiso de más de 200.000 euros y tres pasaportes del cabecilla del grupo, que tenía en vigor una búsqueda internacional de detención de la DEA. También se incautaron de varios instrumentos musicales que se utilizaban para ocultar el dinero. El jefe de la banda está considerado como uno de los lugartenientes de un cartel mexicano y se encargaba de blanquear el capital procedente de la venta de cocaína.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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