Cinco muertos en un día negro para la violencia doméstica
Dos terribles crímenes certificaron de nuevo ayer que todo lo que se haga es poco contra la violencia de género. El primero ocurrió a las ocho de la mañana en Cóbdar (Almería). Un hombre de 72 años mató a su esposa, de 67, y a su hermano, de 80, en el domicilio que los tres compartían, y después se quitó la vida. Horas más tarde, en Madrid, agentes de la Policía Nacional hallaban los cuerpos sin vida de un hombre y una mujer. Habían roto hacía un mes y ella estaba haciendo la mudanza. Él la apuñaló y después se suicidó. En total suman 53 las mujeres víctimas por violencia machista en lo que va de año, después de que un juez encarcelara ayer al compañero sentimental de la mujer de 84 años hallada muerta en Gijón el 30 de noviembre.
Las víctimas del crimen de Cóbdar, un municipio de 177 habitantes, son Herminia y su cuñado, un octogenario que se encontraba prácticamente impedido a consecuencia del alzhéimer. Y el autor de su muerte se llama Antonio N. C. Minutos después de las ocho llamó por teléfono a uno de sus dos hijos y le dijo que se disponía a quitarse la vida. Casi al mismo tiempo, la mujer, que se encontraba en tratamiento por depresión, contactó con su otra hija quien dio la voz de alarma entre sus allegados. Cuando éstos se trasladaron a la vivienda familiar, situada en la calle de San Diego, ya era tarde. Los cuerpos de las dos víctimas yacían en la planta baja; el del parricida estaba en el segundo piso, donde se ahorcó tras cometer el doble crimen.
El suceso golpeó y dejó conmocionados a los vecinos de la localidad. "Nadie lo esperaba", lamentó el alcalde, José Fuentes. El Ayuntamiento de Cóbdar celebró ayer un pleno extraordinario y decretó tres días de luto oficial en memoria de los fallecidos.
Los ecos de la noticia aún se escuchaban cuando se produjo el otro brutal suceso en Madrid. Sobre la una de la tarde, Johny Armando R. M., un boliviano de 35 años, apuñaló hasta en cuatro ocasiones a su ex novia, Nelva Y. M., de 19 años y la misma nacionalidad, en el domicilio que ambos compartían, en el número 30 de la calle de María Teresa Sáenz de Heredia, en el distrito de Ciudad Lineal. Ella estaba iniciando la mudanza para irse a vivir con su actual compañero sentimental, que fue precisamente quien llamó a la policía y a los servicios de emergencia, cuando subió al piso y oyó los gritos de la mujer pidiendo auxilio. Algunos vecinos también escucharon gritos y golpes. Cuando los bomberos del Ayuntamiento de Madrid tiraron la puerta blindada abajo, se encontraron los cuerpos de ambos tirados en el suelo del salón. La mujer estaba boca arriba con varias puñaladas, mientras él, que estaba boca abajo, tenía la cabeza apoyada en una de las piernas de ella. Se había matado asestándose varias puñaladas en el pecho, según las primeras investigaciones. Cuando entraron los sanitarios, sólo pudieron certificar las muertes de ambos. El actual novio de Nelva tuvo que ser atendido por un psicólogo del Samur-Protección Civil.
Según algunos vecinos, Johny y Nelva se conocían desde hacía cuatro años. Fuentes policiales afirman que no había denuncias previas por malos tratos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.