La amenaza de Tánger espolea las estrategias del puerto de Valencia

El puerto de Valencia está reactualizando su Plan Estratégico 2001-2015. La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) da por cumplidos los objetivos que se marcó en 2000 y ha iniciado una reflexión para mantener la competitividad en un futuro en el que "las rotaciones van a ser más importantes que los márgenes". Las infraestructuras que se marcó, como la ampliación, la intermodalidad y la Zona de Actuaciones Logísticas (ZAL), están en proceso y ahora, que es uno de los principales puertos del Mediterráneo, necesita repensar los pasos que hay que dar para seguir siendo una plaza atractiva.

Los paradigmas han cambiado, y también el entorno económico. Los puertos compiten cada vez más entre sí, y entre 10 navieras concentran todo el tráfico con un gran poder para forzar al puerto en el que se instalan a dar mejores y más eficientes servicios. La crisis económica ha reducido la actividad de la importación y la exportación, mientras que el transbordo, considerado por la APV como un medio necesario para mantener el carácter interoceánico y con atractivos para la carga local, se ha convertido en la actividad más pujante del puerto de Valencia, salvando el tráfico de contenedores.

Valencia crece en transbordo a costa del puerto de Barcelona y del italiano Gioia Tauro, mientras mantiene, de momento, neutralizado al puerto de Tánger, en Marruecos, que constituye una de las principales amenazas por la reducción de costes que representa para las compañías navieras. Hasta ahora el sistema ha proporcionado buenos resultados al puerto de Valencia, que ha ido incrementando sus resultados mientras sus principales competidores retroceden, pero los nuevos condicionantes dibujan varios interrogantes en el horizonte.

Fuentes del puerto apuntan que el futuro de los puertos va a depender de la eficiencia de los servicios, aunque no solo en el puerto sino también en la comunidad portuaria. Según esta fuente, el puerto de Valencia ha hecho el esfuerzo de las infraestructuras para ser el mejor comercializador, pero "¿de qué sirve ser los más eficientes si luego los transitarios o la estiba son los más caros?", inquiere con inquietud.

Uno de los principales retos que plantea la revisión del Plan Estratégico hasta 2020 es implicar a los portuarios para reducir "su ineficiencia en relación con lo que producen" y que sean "más baratos y mejores que la competencia", ya que sus precios, "frente a Tánger, son insostenibles".

La APV emitió ayer un comunicado en el que informó de la adjudicación a la consultora AT Karney de la actualización del Plan Estratégico por 1,9 millones de euros.