Menos humos en las ciudades
El sistema Start&Stop se ofrece ya en 24 modelos.- Puede reducir hasta un 10% el consumo urbano
La idea es muy sencilla, pero no se ha empezado a aplicar hasta ahora. Igual que apagamos la luz o la calefacción de nuestras casas cuando no se necesitan, se debería parar el motor del coche mientras no está en movimiento. Y eso es lo que hace el dispositivo Start&Stop, que se está implantando con rapidez en los automóviles. Un sencillo sensor de movimiento conectado a la posición de punto muerto del cambio, cala el motor cuando el coche se detiene, por ejemplo en los semáforos y atascos. Y en cuanto el conductor levanta el pie del freno o pisa el embrague, según el sistema, vuelve a arrancar de forma automática para seguir la marcha.
El sistema Start&Stop sustituye el motor de arranque clásico por un alternador reforzado que hace la misma función y, además, recarga la batería al desacelerar y frenar. Así, puede afrontar sin desfallecer el aumento de consumo eléctrico que provoca el mayor número de arranques. El resultado es una reducción entre el 5% y el 10% del consumo en ciudad. El ahorro aumenta, además, cuanto peor esté el tráfico. Así que la cuenta es fácil: si todos los coches lo llevaran, las emisiones de C02 y otros gases contaminantes que provoca el automóvil en ciudad se reducirían en la misma proporción. Y se puede aplicar también a los autobuses, furgonetas...
El coste del Start&Stop no es excesivo, unos 300 euros, y se puede amortizar si se circula a menudo en ciudad. Además, los precios se reducirán mucho a medida que suban las ventas. Pero según las marcas, cuando se ofrece como opción a los compradores, la mayoría lo rechazan: prefieren ahorrárselo o adquirir un capricho, como un equipo de música mejor. Y si se incluye de serie, eleva el precio del coche y reduce la competitividad del modelo en cuestión. La solución hasta hace poco pasaba por que fuera obligatorio, como ya hizo la Unión Europea con el ABS y ha hecho ahora con el control de estabilidad ESP, que tendrá que venir de origen en todos los modelos nuevos a partir de 2011: según los últimos estudios, puede reducir hasta un 15% los muertos en accidentes de tráfico. Sin embargo, desde que algunos impuestos, como el de matriculación, dependen de las emisiones de C02, el Start&Stop se ha convertido en un arma comercial para algunas marcas: permite reducir el consumo y las emisiones lo suficiente para que algunos modelos o versiones bajen un escalón en la escala impositiva y pasen a pagar menos o, incluso, nada, si se sitúan por debajo de 120 gr/km. Y este factor está impulsando su despliegue.
La marca alemana Bosch, suministrador líder del Start&Stop, ha entregado ya 500.000 unidades del sistema a los fabricantes. Las previsiones del sector apuntan a que, en 2012, el 50% de los coches nuevos lo incluirán ya de serie. De momento, BMW es el fabricante más avanzado en su implantación: todos los Mini y la mayoría de las Series 1, 3 y 5 lo llevan de serie integrado en el paquete Efficient Dynamics (ver recuadro superior). Audi lo incluirá también desde julio en los A4 y A5, y en septiembre en los A3.
La próxima evolución
Toyota es la marca más identificada con la ecología, pero su etiqueta verde se basa en un solo modelo, el Prius. BMW, en cambio, es el fabricante más avanzado en implantar tecnologías limpias. Las agrupa en el paquete Efficient Dynamics, que viene de serie sin sobrecoste en todos los Mini y en los Serie 1, Serie 3 y Serie 5 con motor de cuatro cilindros. Este equipo es la evolución natural del Start&Stop, y aparte del dispositivo de arranque y parada añade un alternador especial que se desconecta al acelerar para no restar potencia al motor y funciona combinado con unos frenos que recuperan la energía que se pierde al frenar para recargar las baterías. Además, añade neumáticos de bajo rozamiento y otras mejoras aerodinámicas que en total ahorran en torno a un litro cada 100 kilómetros.
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