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El PNV y CCOO firman el acuerdo para que arranque la fusión de BBK y Kutxa

El sindicato destaca que sigue faltando el voto decisivo en la caja guipuzcoana

El PNV ha apostado fuerte por la fusión a dos y no quiere que se le escape. Tras varias semanas mareando la perdiz, ayer anunció junto a CC OO la firma de un acuerdo para "impulsar" la fusión de BBK y Kutxa. Las dos organizaciones mandaron por separado el mismo comunicado, donde se apuntan acuerdos sociales y de gobierno corporativo que no se desglosan al detalle. El PNV ha estado especulando con la posibilidad o no de sumar al acuerdo al Partido Popular, pero no hay nada por el momento. El acuerdo suscrito ayer es suficiente en Vizcaya, pero no en Guipúzcoa. Un portavoz de CC OO confirmó que no le consta que estén asegurados los apoyos necesarios en la asamblea de Kutxa para sacar adelante la integración.

El pacto de integración hace un guiño a los demás sindicatos

Fuentes de las cajas vieron el paso dado como imprescindible para salir el impasse. Aseguran que sin este movimiento la fusión era imposible y que, una vez dado, abre las puertas a que los consejos de administración de ambas entidades convoquen las asambleas que pongan en marcha el proceso. BBK tiene ya convocado esta semana un consejo de administración. El objetivo es encontrar un socio por el camino en Guipúzcoa. A no ser que el PNV cuente con un as escondido en la manga, el riesgo de fracaso en este territorio es alto. Para aprobar el proyecto se necesita el apoyo de dos tercios de las asambleas (67 de los 100 miembros) y en la Kutxa aún faltaría un voto.

En la BBK, los representantes de PNV-EA (59), EB (2) y CC OO (8) son suficientes para superar la mayoría requerida. En Kutxa todo es más complicado. PNV-EA (51), CC OO (9), EB (3), Aralar (1) y el sindicato de empresa Pixkanaka (2) se quedan a un voto de los 67. Pero no resulta tarea fácil conseguir el apoyo que falta. El pronunciamiento de ELA no ha sido favorable, tampoco el de LAB. Y no parece que la plataforma de impositores de la izquierda abertzale Banatuz, impulsada por este sindicato, o ANV puedan votar en sentido distinto. Las dificultades para que ese voto decisivo provenga del PSE o del PP son igualmente obvias. La hipótesis de que la ausencia de algún miembro de la asamblea rebaje la mayoría requerida volvía ayer a manejarse como una posible salida a la situación.

CC OO considera el proyecto una oportunidad empresarial. Cree que las cajas no pasan por dificultades, pero que la integración es buena en un momento de crisis de todo el sistema financiero. Según fuentes del sindicato, hay que sacar la operación de la vorágine política y creen que si Vital se sumara al proceso las condiciones pactadas por las tres entidades sobre el reparto de poder se respetarían. En el acuerdo de PNV y CC OO se recalca que la fusión de BBK y Kutxa tiene una "decidida vocación incluyente" hacia la Vital, "desde el máximo respeto" a la autonomía de sus órganos de gobierno, y deja abierta "su incorporación futura para la creación de una única Caja de Ahorros en el ámbito de la Comunidad Autómoma de Euskadi".

El sindicato y el PNV han llegado a un acuerdo laboral completo que garantiza los derechos de los 6.000 trabajadores. Aun así, el pacto firmado establece la creación de una "mesa laboral" con todos los sindicatos para acordar las "garantías de empleo y condiciones laborales de las plantillas", lo que se considera un guiño para atraerse a ELA y LAB. Estipula también que la caja resultante debe mantener el espíritu de las fusionadas y aumentar los fondos para Obra Social hasta un mínimo del 30% de los beneficios.

El presidente de la Kutxa, Xabier Iturbe, en una comparecencia pública.
El presidente de la Kutxa, Xabier Iturbe, en una comparecencia pública.JAVIER HERNÁNDEZ

El necesario partido no nacionalista

Aunque en la política vasca los imposibles lo son menos, la entrada del PP en la fusión a dos (BBK y Kutxa) parece más que difícil. Oficialmente, los populares se mantienen a la espera de que les convenzan de las virtudes de la operación, pero, según dijo ayer mismo Borja Sémper, secretario general de los populares guipuzcoanos, "las explicaciones" recibidas todavía no les han dejado satisfechos. El PP se deja querer, oye y escucha, pero no tiene prisa, y la fusión de las cajas necesita salir ya.

Además, no parece muy lógico que su discurso cambie de la noche a la mañana. Tras el famoso "Vital sí" para mantener a la caja alavesa libre del control del nacionalismo, resulta problemático que el PP se vaya a casar en víspera de las autonómicas con el PNV, por mucho acercamiento que su presidente, Antonio Basagoiti, haya hecho con el nacionalismo para suavizar su imagen. Fuentes de este partido se muestran satisfechas del papel que están jugando en el proceso y convencidas de que el PNV necesita de los votos del PSE o del PP para poder legitimar el proyecto.

Su postura no la circunscriben al interior de Euskadi sino al exterior, a la expansión. "¿Cómo pretende el PNV vender en el resto de España una caja que no apoyan los partidos no nacionalistas? ¿Qué piensan vender, la caja de Ibarretxe?", asegura un alto cargo del PP, que no oculta su regocijo por el intento nacionalista de lograr sus apoyos. Aunque tampoco descarta nada, la misma fuente comenta que se pensarían apoyar la fusión en el caso que se les diera el control de la caja resultante, lo que no parece que vaya a producirse.

El acuerdo

- El proyecto tiene una "decidida vocación incluyente hacia Caja Vital, desde el máximo respeto de la autonomía de sus órganos de gobierno. Es ánimo de las partes situar esta fusión en la perspectiva de lograr un acuerdo que permita su incorporación futura para la creación de una única caja de ahorros" vasca.

- Los firmantes sostienen que en el actual escenario de crisis, la fusión debe "permitir reforzar la credibilidad y la confianza en el sector financiero vasco".

- Apuestan por crear una mesa laboral con presencia de todos los sindicatos en la que se alcance un acuerdo sobre las garantías de empleo y condiciones laborales de las plantillas.

- Entre sus compromisos, los firmantes destacan su voluntad de mantener el carácter social en la caja resultante de su fusión. El acuerdo incluye la propuesta de aumentar las aportaciones de la nueva caja a la Obra Social hasta un mínimo del 30% de sus beneficios.

- Ambas partes acuerdan crear en el Consejo de Administración de la nueva caja, una Comisión delegada de Obras Sociales, abierta a miembros de la Asamblea.

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