Alfonso Alonso rehúsa hablar "sólo" con el PSE y hace un guiño al PNV
La generalizada sensación de fin de etapa que dejó el pleno de política general dio ayer de sí a los partidos de la oposición para abundar en el agotamiento de un ciclo y en el desgaste del lehendakari, al tiempo que toman posiciones por si las elecciones abren un nuevo juego.
El más explícito fue el presidente del PP en Álava y diputado en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso, quien pidió al PNV que "ponga fin a la década de Ibarretxe". Considera que el lehendakari se ha convertido en un problema para su propio partido y que su marcha puede permitir que "se abra juego" en la política vasca" y se hagan posibles "alternativas distintas".
Alonso lanzó veladamente un guiño al PNV al señalar que su partido no quiere "hablar sólo con el PSE" y que se hace necesario un cambio en todos. El PP "ya ha hecho esa reflexión", añadió, en referencia implícita a su reciente congreso y al relevo de María San Gil, y se ha abierto al diálogo con los demás.
En línea con los gestos que realiza en el inicio de su mandato el máximo responsable del PP vasco, Antonio Basagoiti, a la espera de entrevistarse con el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, y con el propio lehendakari, Alonso afirmó que deben hacerse viables "entendimientos más amplios". Se mostró partidario de dialogar con todo aquel que esté dispuesto "a cambiar las cosas" para salir del bloqueo actual y abogó por fijarse más "en la calidad y el contenido" de ese cambio". El dirigente popular señaló que los socialistas están "reaccionando mal" a la crisis económica, y que ello anticipará "la necesidad de un cambio".
Alonso, que siguió el pleno del viernes desde la tribuna de invitados, afirmó que el debate le recordó "el Día de la Marmota: siempre hablando de lo mismo y el lehendakari girando sobre sí mismo". "Esto tiene que terminar", añadió.
Lenguaje impropio
Por su parte, el secretario general del PSE, Patxi López, reiteró en Barakaldo que encontró "absolutamente agotado" el discurso de Ibarretxe y lo vio a él mismo "incapaz de poner nada nuevo encima de la mesa". López criticó su lenguaje "cuando habló de alambradas, de pueblo oprimido o de ciudadanos pisoteados" como impropio de un lehendakari y lo consideró "mucho más propio del abertzalismo radical".
La portavoz de EA, Onintza Lasa acusó a socialistas y populares de pensar "sólo en elecciones y no en soluciones". Frente a quienes coinciden en el agotamiento del discurso de Ibarretxe y del tripartito, Lasa dijo que lo que está agotado es "el actual marco jurídico" y apostó por un frente soberanista pacífico.
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