Los liberales eligen al popular Taro Aso para gobernar Japón
Se prevén elecciones anticipadas ante el bloqueo político
El popular Taro Aso, ex titular de Exteriores, ha sido elegido presidente del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), cargo con el que concurrirá mañana al Parlamento de Japón para ser nombrado primer ministro. Aso, de 68 años, tiene asegurada la investidura ya que el PLD y su socio en el poder, Nuevo Komeito, tienen mayoría de dos tercios en la decisiva Cámara de los Diputados.
En una campaña interna del PLD, Aso venció el lunes con clara ventaja a sus cuatro rivales tras reunir los votos de 351 de los 527 sufragios emitidos. Todo apunta a que mañana sustituirá al impopular Yasuo Fukuda, de 72 años, y se convertirá en el tercer jefe de Gobierno de Japón desde septiembre de 2006. Será también el tercero que no ha sido refrendado por el electorado.
Tras casi 12 meses de sufrir el bloqueo sistemático de sus propuestas en el Senado, en poder del opositor Partido Democrático de Japón (PDJ) desde hace un año, Fukuda anunció inesperadamente el pasado día 1 su dimisión como presidente del PLD y como primer ministro.
Una vez investido jefe de Gobierno, es muy probable que Taro Aso disuelva en octubre la Cámara baja para adelantar a finales del próximo mes o a primeros de noviembre las elecciones previstas para septiembre de 2009. Con ello, tratará de romper el punto muerto en que se encuentra la política japonesa desde la victoria del PDJ.
Durante la campaña, Aso ha abogado por aumentar el gasto público y bajar impuestos para estimular la economía.
La pujanza del PDJ, que ha reelegido a Ichiro Ozawa, de 66 años, como su presidente, podría, según los analistas, acabar con la hegemonía del PLD, que dirige Japón desde 1955, con la sola interrupción de menos de un año de 1993 a 1994.
Pocos niegan que existe la posibilidad de que Ozawa, ex secretario general del PLD y ex miembro de otros dos partidos además del PDJ, sea primer ministro, por el desencanto de los votantes ante un Gobierno inoperante y la crisis económica.
El temor a perder su primacía ha llevado a los liberales a cerrar filas detrás de la carismática personalidad de Aso. Procedente de una dinastía de políticos, posee un talante nacionalista, pero es muy pragmático en política exterior, lo que se traduce en que mantendrá la reanudación del diálogo con China abierto hace dos años.
