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IGNACIO BARANDIARAN | Universidad

Nueva tecnología para viajar a la prehistoria

El catedrático en Prehistoria Ignacio Barandiaran destaca de su grupo la aplicación de técnicas experimentales punteras para conocer más sobre cómo vivían las personas entre los años 40.000 y 3.000 antes de Cristo. Sus colecciones de minerales y elementos vegetales (frutos, maderas...) extraídos de yacimientos del norte de España y del sur de Francia han permitido conocer aspectos inéditos de las sociedades ancestrales.

"Hemos probado la presencia de establos en los yacimientos de la prehistoria reciente. También hemos observado que los individuos no se quedaban metidos en sus cuevas sino que se movían: difundían sus producciones, sus ideas, sus esquemas gráficos expresados a través del arte", relata Barandiaran. Sílex de Urbasa (Navarra) ha aparecido en Altamira (Cantabria) y en el sudoeste de Francia. Y se han hallado conchas del Mediterráneo utilizadas para collares aparecieron en el País Vasco, detalla. Su equipo integra miembros de la Universidad de Cantabria y del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH) y cuestiona el concepto rígido de las humanidades, ya que incluye expertos en ciencias como petrología, geología o botánica y realiza también estudios de ADN.

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