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Cataluña sufre la peor sequía en 70 años

Los pronósticos a medio plazo dibujan un escenario de lluvias mínimas hasta entrada la primavera

El año 2007 fue para el conjunto de Cataluña el más severo en términos de intensidad del déficit hídrico de los últimos 70 años, según los datos facilitados por el Instituto Nacional de Meteorología a la Universidad de Barcelona. Y de confirmarse las predicciones hasta el mes de abril, que apuntan a que las precipitaciones serán escasas, esta situación se puede agravar durante todo el invierno. Con este escenario, según las previsiones de la Agencia Catalana del Agua, con las actuaciones de ahorro que se están acometiendo las restricciones de agua se retrasarían hasta mayo.

Hasta el 25 de enero no se prevén lluvias importantes en Cataluña
La sequía se debe a la persistencia de un patrón desfavorable desde 2004
Los pantanos se encuentran al 26%, la mitad que hace un año
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De acuerdo con las predicciones estacionales desarrolladas por el servicio meteorólogico británico, es probable que hasta el mes de abril las lluvias sean inferiores a las habituales para la época del año, explica Vicent Altava, investigador del Grupo de Análisis de Situaciones Meteorológicas Adversas de la Universidad de Barcelona, que ha realizado un trabajo sobre la situación de la sequía que atraviesa Cataluña desde mediados del 2004 hasta 2007.

Según los modelos meteorológicos, hasta finales del presente enero Galicia será una de las regiones que recibirán más precipitaciones como consecuencia del predominio de vientos de Poniente, que llegan a Cataluña calientes y secos y sólo generan lluvias de importancia en la cara norte de los Pirineos.

Tras las mínimas lluvias de principio de enero, este fin de semana se ha presentado un frente moderadamente activo, según las previsiones del Servicio Meteorológico Catalán, que ha beneficiado ligeramente a la mitad norte de Cataluña, pero no a comarcas del sur muy castigadas por la persistente sequía como el Priorat y la Terra Alta.

Según las estimaciones del Global Forecasting System, basadas en un modelo de previsión meteorológica estadounidense a 20 días, hasta el 25 de enero no se observan precipitaciones importantes en Cataluña, y de caer, éstas lo harían principalmente en la cara norte del Pirineo, incluida Andorra, país que sí llevaría algo de agua a Cataluña a través del río Valira.

Las últimas previsiones del MetOffice (instituto de meterología británico) realizadas en diciembre de 2007 indican para el periodo de febrero a abril un escenario seco para Cataluña, que será la región más afectada, ya que se pronostican precipitaciones inferiores a las normales en el conjunto de la penísula Ibérica. Más pesimista se muestra el meteorólogo Jorge Ron, quien afirma que el año 2008 va a ser muy seco, según apuntan las previsiones a medio y largo plazo hasta septiembre.

Hasta noviembre de 2007, la peor sequía conocida en los últimos 70 años ha afectado especialmente a las comarcas de la Anoia, el sur del Segrià, el norte de la Tierra Alta, la Garrotxa, Osona, el norte del Berguedà, la Selva, el Vallès Oriental, el norte del Maresme y el Alt Empordà, sostiene Vicent Altava.

Los datos pluviométricos del último otoño han sido escasos en Cataluña, con registros cercanos a los climatológicos tan sólo en las inmediaciones de Barcelona ciudad y el extremo sur de Cataluña. La sequía de 2007 se debe a la persistencia de un patrón sinóptico desfavorable desde la primavera-otoño del año 2004, añade el investigador de la UB. Tampoco se han presentado las perturbaciones típicas mediterráneas, que entrando por el sur de la península Ibérica llevan mucha inestabilidad asociada y producen lluvias generosas en las principales cabeceras de los ríos catalanes (Llobregat, Ter y afluentes).

Este último otoño, la mayoría de la precipitación generada por situaciones de Noreste cayó dentro del mar, a 50 kilómetros de la costa catalana, entre las islas Baleares y Valencia. Los temporales de octubre tuvieron componente Noreste, viento procedente del continente europeo que llega a Cataluña más bien seco y frío (de ahí las bajas temperaturas registradas), en vez de los vientos del Sur, Sureste o Levante (al ser húmedos y cálidos, proporcionan generalmente lluvias copiosas).

"Para la acumulación de recursos hídricos, las lluvias otoñales son cruciales para un correcto abastecimiento de la población", dice Vicent Altava. El 11 de enero, los pantanos catalanes se encontraban al 26%, la mitad que hace un año.

Además, los temporales del Suroeste, generados por perturbaciones atlánticas, hacen llover al sur del Pirineo (en las comarcas del Pallars Jussà, Pallars Sobirà, Alta Ribagorça, Berguedà y parte alta del Solsonès). Pero desde el año 2003 no se ha producido ningún temporal del Suroeste de consistencia, con precipitaciones de 150 litros por metro cuadrado generalizadas.

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