Entre Raimon y Voces Ceibes
Una muestra recordará las huelgas estudiantiles del 68 gallego
El pistoletazo de salida fue, quizás, el recital que el cantautor catalán Raimon ofreció en el Estadio de la Residencia de Santiago de Compostela en mayo de hace 40 años. El concierto, presenciado por 4.000 personas, antecedió en 11 meses al de Voces Ceibes de la Facultad de Medicina. Entre Raimon y Voces Ceibes, una huelga universitaria culminada con un encierro de mil estudiantes en el edificio que alberga Historia, Arte e Xeografía, y lo que Ricardo Gurriarán define como "una conquista de espacios en la calle, de ámbitos de emancipación". Sobre esta secuencia de acontecimientos reflexionará, a partir de febrero de 2008, la exposición Do Gaudeamos Igitur ao Venceremos nós. As mobilizacións estudantís do 68 en Compostela, comisariada por el propio Gurriarán y organizada por la Fundación 10 de Marzo con el apoyo de las tres universidades.
Los comunistas Areces y Touriño se encontraban a la cabeza de la protesta
"La Galicia contemporánea nació, como fábrica de ideas, en 1968", afirmó el vicerrector de la Universidade de Santiago de Compostela Elias Torres en la presentación de la muestra. "El período de movilizaciones que va de 1968 hasta 1977 marcó, para bien y para mal, lo que somos hoy en día", dijo, y recordó: "No por nada, dos de los que estaban allí son en la actualidad presidentes de comunidades autónomas". Los dirigentes comunistas Vicente Álvarez Areces y Emilio Pérez Touriño se encontraban a la cabeza de la "cascada de reivindicaciones" que desembocó en una huelga de tres meses en la universidad compostelana, finalizada con el cese del rector, el gobernador civil de A Coruña e incluso el ministro de Educación.
"Después vinieron tiempos duros", rememora Ricardo Gurriarán. Y a pesar de que aquel "pulso al franquismo" no provocó la solidaridad masiva de la clase obrera -durante los últimos días del Mayo francés, diez millones de trabajadores paralizaron el país-, lo cierto es que el desafío al poder dictatorial aumentaba entre intelectuales, obreros y estudiantes. "La dictadura murió con el dictador", explica Gurriarán, "pero aquellas situaciones borderline provocaron cambios en la vida cotidiana de esas generaciones".
Los días convulsos de 1968 también constituyeron la forja de la camada política hoy instalada en el poder, eso sí, con cierto retraso respecto a otros países europeos. "Agrupaciones de cristianos de base y, sobre todo, el Partido Comunista llevaron el peso del 68", apunta, y enumera nombres: Cándido Conde-Pumpido, Enrique López Veiga, Fermín Bouza, Marisa Melón, Francisco Tuco Cerviño o Carmen Nieves.
Do Gaudeamos Igitur ao Venceremos nós, que se podrá ver en el edificio compostelano de Fonseca, está formada por materiales escritos y fotográficos -de panfletos políticos a fichas policiales- recopilados por Gurriarán en la Fundación 10 de Marzo y en archivos históricos gallegos y foráneos. Además, la exposición cuenta con fuentes orales resultado de 99 entrevistas de dos horas de duración con los protagonistas de los hechos, incluido algún policía.
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