Fiat recupera su ADN
La marca italiana vuelve a los orígenes y espera consolidar su recuperación con modelos como el Fiat 500
El automóvil ha sido sin duda uno de los sectores industriales más vivos a lo largo de la historia. Son múltiples los ejemplos de grandes compañías que han pasado por momentos difíciles, con situaciones que, en algunos casos, han puesto en peligro su supervivencia o llegando incluso a desaparecer.
De un tiempo a esta parte, los niveles de competencia se han disparado y el exceso de capacidad de producción instalada, entre otras razones de peso, lleva a muchos analistas a señalar que durante el próximo decenio desaparecerán algunas de las grandes marcas actuales.
Hace tres años Fiat era una de las candidatas a seguir este tortuoso camino. Nadie daba un duro por ella, es más, General Motors se retiraba de su accionariado tras una operación que también pasará a la historia y no como una de las más brillantes.
En 2010 esperan haber consolidado su estrategia de alianzas concretas para reducir costes y estar en los mercados con mayor crecimiento
Tres ejercicios después el panorama ha cambiado por completo. El responsable del cambio, con el respaldo de la familia Agnelli, propietaria de casi un tercio del capital, ha sido Sergio Marchionne, y la estrategia seguida no ha sido otra que la de recuperar el ADN de la firma italiana. Una marca que no hace muchos años acaparaba la mitad de su mercado nacional y que dormida en los laureles sucumbió ante una competencia voraz. Ahora quieren recuperar el 10% del mercado europeo que también perdieron con unos planteamientos que la alejaron de su idiosincrasia. En palabras de José Antonio Garvía, consejero delegado de Fiat Auto en España, se han quitado el complejo de querer hacer coches de alemanes. "Se ha recuperado el orgullo de la italianidad, de pertenecer a un grupo industrial que tiene una inmensa tecnología aplicada a los coches a lo largo de la historia y uno de los más innovadores del mundo".
Limpieza de directivos
Lo han recuperado los más jóvenes. La primera medida de Marchionne fue una gran limpieza de directivos, que se miraban el ombligo, y sustituirlos por ejecutivos más jóvenes de segunda fila, "con una gran profesionalidad y energía", según el responsable de la filial española. Y tras el cambio generacional, el cambio de producto para volver "a lo que siempre fue Fiat" y recuperar el ADN de la compañía.
El cambio se ha apoyado por un lado en el Grande Punto, uno de los modelos con los que tradicionalmente Fiat ocupaba los primeros lugares de ventas, y en el extremo más bajo, el Panda, que a pesar de su longevidad y de pertenecer a un segmento en el que está todo el mundo innovando e introduciendo nuevos productos, mantiene un nivel importante de ventas. Y como guinda del pastel de la recuperación aparece ahora el Fiat 500, con el que la firma italiana confirma su posición como especialista en diseño y tecnología de coches pequeños.
El cinquecento -en España, el 600- fue un icono importante en el mercado automovilístico europeo en la década de los sesenta y los setenta. Y han tenido la habilidad no sólo de actualizarlo sino de "meterlo en el nivel premium de los coches pequeños", según José Antonio Garvía. "Fiat ha inventado el nuevo coche pequeño, con la excelencia que significa la fortaleza y todas las prestaciones que incorpora junto a los detalles más italianos, que no te esperas en un coche de ese tamaño".
En España está previsto que llegue a los concesionarios a principios de 2008, aunque hay 500 ejemplares que empezarán a circular a partir de mañana y que pertenecen a los propietarios que los han comprado a través de Internet y que agotaron la oferta en nueve horas, aunque según Garvía, "el éxito no se debe a una operación de marketing, sino de tecnología y diseño unificados en un producto con el mismo nombre y un aire de familia con el de hace 50 años".
Hay sin embargo un pequeño matiz que le resta brillantez al lanzamiento en este momento en el que Fiat necesita consolidar su recuperación financiera, y es que los coches pequeños ofrecen un margen comercial del mismo tamaño, por lo que han querido potenciar, al mismo tiempo, el modelo más alto de su gama, el Croma, para neutralizar ese efecto.
De cualquier manera, Marchionne, que hace unos días tuvo un accidente con su Ferrari en una autopista suiza del que salió ileso, prefiere ir con pies firmes. Para el ejecutivo italiano, haber cambiado el color de los resultados no es más que el principio. Y piensa en las marcas que también trabajan con márgenes estrechos pero que están bien gestionadas y tienen importantes beneficios. Va a intentar seguir su ejemplo, y en el ejercicio de 2010 espera alcanzar unas ventas de tres millones de coches en todo el mundo de manera que le permitan obtener un beneficio operativo de 5.000 millones de euros, lo que supondría multiplicar por 100 el registrado en 2004.
Para entonces se habrá consolidado también su estrategia de alianzas puntuales con modelos y zonas geográficas concretos que le permitan reducir los costes y estar presentes en los mercados con mayores crecimientos potenciales, como es el de India, por el que han apostado claramente con una alianza con el fabricante local Tata Motors. Ambos destinarán 650 millones a la creación de una joint venture industrial en Ranjangaon que producirá turismos, motores y transmisiones.
Algo más cerca y también en fechas recientes han reconocido las conversaciones que mantienen con Daimler. Fiat podría fabricar los Mercedes más compactos y ambos podrían desarrollar también de manera conjunta algunas tecnologías encaminadas a la reducción de los niveles contaminantes que promueve la Comunidad Europea.
Los concesionarios alegres recuerdan el 600
En la convención de concesionarios de Fiat celebrada el pasado jueves se respiraba un ambiente de euforia y entusiasmo casi olvidado. La alegría era doble; por un lado, el reconocimiento de los últimos resultados, con un crecimiento del 15% de las ventas en 2006 y del 17% en los tres trimestres transcurridos de este año, y por otro, las previsiones optimistas con el lanzamiento del Fiat 500, que a los más veteranos les recuerdan las listas de espera del 600 hace ya algunas décadas.A lo que habría que añadir las recientes declaraciones de Sergio Marchionne, destacando los resultados económicos obtenidos por la filial europea de mayor crecimiento.Y para el año que viene, más de lo mismo. Según su responsable, José Antonio Garvía, no hay expectativas de que el mercado vaya a crecer y sí de que los grandes (los fabricantes en España) sigan cediendo terreno a los del segundo nivel, que "seguirán batiéndose el cobre" para conseguir esas cuotas."Los casi dos puntos anuales que pierden revertirán en nuestras ventas y las de otras marcas, pero nosotros tenemos ahora la fortaleza del producto con una gran gama y los recursos económicos necesarios para seguir aumentando nuestro mercado", señala Garvía.De momento, con los modelos de la marca Fiat se acercan al 3% y esperan conseguir una cuota estable a medio plazo en torno al 4,5% o 5%.En cuanto a las otras dos marcas del grupo, Lancia y Alfa Romeo, preparan "novedades importantes" para el próximo año, con las que esperan completar lo antes posible una cuota de mercado próxima al 7% para todo el grupo.
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