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Católicos de base piden a los obispos que reconozcan sus culpas en la Guerra Civil

Redes Cristianas califica de "inoportunas" las beatificaciones de 498 nuevos mártires

Inoportunas y discriminatorias. Ésta es la opinión de los católicos españoles agrupados en Redes Cristianas sobre la próxima beatificación de 498 personas asesinadas en el sector republicano, la práctica totalidad durante los primeros meses de la Guerra Civil de 1936.

"Dado que la Iglesia [católica] no ha pedido perdón por lo ocurrido, esta beatificación es inoportuna y manifiesta la incapacidad de la jerarquía por superar las posiciones de hace 70 años", opina este colectivo en un manifiesto titulado Solidaridad con todas las víctimas de la Guerra Civil y acerca de próxima beatificación.

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La asamblea de Redes Cristianas reúne a 147 grupos, comunidades y movimientos católicos de base repartidos por todas las diócesis, algunos con gran predicamento nacional como las Comunidades Cristianas Populares, la Corriente Somos Iglesia, varias Hermandades Obreras provinciales de Acción Católica (HOAC), la Federación de Mujeres y Teología o Justicia y Paz.

El manifiesto de Redes Cristianas empieza con una referencia "a las víctimas de la Guerra Civil española (1936-1939) y a las que siguieron durante los años de la dictadura franquista (1939-1975)". Añade: "Para construir un futuro en paz será siempre necesario que las partes reconozcan los errores que les condujeron a la guerra y pedir perdón por ellos. Hoy ya no se trata de buscar culpables, pero tampoco de un ambiguo relativismo histórico. Se trata de que todas las partes reconozcan su parte de culpa, y, en primer lugar, nosotros, los cristianos, reconocer y pedir perdón por la posición beligerante que la mayor parte de la jerarquía eclesiástica tuvo".

Redes Cristianas sostiene más tarde que "la purificación de la memoria histórica no ha de consistir en juzgar el pasado común repartiendo culpabilidades". "Todos somos corresponsables de los hechos colectivos: ganamos con los que ganan y perdemos con los que pierden. Debemos reconocer que en nuestra Guerra Civil perdimos todos", dice este grupo de católicos de base, antes de advertir sobre la inoportunidad de las beatificaciones masivas gestionadas por los obispos desde hace décadas.

"Desde la más profunda admiración por las vidas y sobre todo por las circunstancias de sus muertes, creemos que, dado que la Iglesia no ha pedido perdón por lo ocurrido, esta beatificación es inoportuna. Por otra parte, se presta a una obvia instrumentalización política", sostiene Redes.

Las otras víctimas

El manifiesto no olvida el proceso en marcha para recuperar la memoria histórica de todas las víctimas del golpe militar de 1936 y de la larga guerra civil que provocó aquel desnucamiento del Estado (que los obispos de la época bendijeron como cruzada), y en recuerdo también de los asesinados durante la represiva dictadura posterior.

Lo jerarquía actual del catolicismo español se opone a la llamada Ley de la Memoria Histórica que promueve el Gobierno socialista porque, dice, reabre "viejas heridas" de la Guerra Civil. Los obispos también execran sin matices de la Segunda República, a cuya gestión atribuyen la mayor persecución religiosa de la historia. Consecuencia de esa opinión es su aportación al catálogo de mártires del siglo XX, reunido por el Vaticano en la década pasada. Del total de 12.692 posibles mártires de la fe registrados en todo el mundo, 10.000 son españoles.

Redes Cristianas rechaza la visión sobre la Segunda República de una jerarquía que empezó a combatir al nuevo régimen nada más ser proclamado. Dice el colectivo de católicos de base: "Es necesario honrar también y sin ninguna ambigüedad la entrega generosa de tantos que murieron por la causa de la justicia, del reconocimiento de los derechos de todos, de la paz. Olvidar a los miles de maestros, sacerdotes, obreros, dirigentes, políticos, etcétera, que murieron víctimas de la represión franquista no sólo es una injusticia, sino que hace imposible la reconciliación y la paz".

El manifiesto estima también "muy satisfactorios algunos de los esfuerzos del Gobierno legítimo de la República", como la extensión de la enseñanza para todos, el reconocimiento de los derechos de la mujer o la separación Iglesia-Estado. "Será profundizando en estas propuestas como, implícitamente, honraremos a los que trabajaron en estas direcciones", concluye.

De izquierda a derecha, el nuncio del Vaticano en España, Manuel Monteiro; el arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo; el arzobispo de Toledo, Francisco Cañizares, y el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez.
De izquierda a derecha, el nuncio del Vaticano en España, Manuel Monteiro; el arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo; el arzobispo de Toledo, Francisco Cañizares, y el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez.EFE

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