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Monjas y frailes, contra la "mezquina" politización

Los obispos creen que España es, ahora, una sociedad "dividida y enfrentada". También dicen sentirse perseguidos y acosados. Lo afirman en la pastoral Orientaciones morales ante la situación actual de España, aprobada por la Conferencia Episcopal apenas hace un año. Los prelados culpaban al Gobierno socialista. "Una utilización de la memoria histórica, guiada por una mentalidad selectiva, abre de nuevo viejas heridas de la Guerra Civil y aviva sentimientos encontrados que parecían estar superados", dijeron entonces.

El episcopado calló que él mismo estaba preparando su particular exhibición de memoria histórica, con la beatificación de 498 de sus víctimas en aquella guerra. Será el día 28 en el Vaticano.

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La coincidencia de estas beatificaciones con la tramitación parlamentaria de la llamada Ley de Memoria Histórica suscita, efectivamente, polémicas, algunas, muy agrias, en el seno de la Iglesia católica. Es dudoso que los obispos no fueran conscientes de la reacción que iban a producir.

Sí lo fue la Conferencia Española de Religiosos (Confer), que agrupa a 50.372 monjas y 13.330 frailes, distribuidos en 6.664 comunidades (4.892 de religiosas y 1.772 de religiosos). Su presidente, el mercedario Alejandro Fernández Barrajón, tacha de "miserable y mezquino" el intento de politizar y manipular este acontecimiento en aras de "lecturas ideológicas interesadas". "Los consagrados españoles nos negamos a leer este acontecimiento martirial en clave ideológica. Queremos leerlo en clave pascual como invitación a descubrir la vida que se esconde incluso en surcos sembrados de muerte".

Fernández Barrajón añade que "no es nada nuevo describir que la vida consagrada a lo largo de su historia ha alcanzado muchas palmas y ha pisado muchos lodazales, ha sentido la presión de los grilletes y el desprecio de los orgullosos". Lo dice en un folleto encartado en el número 2.583 de la revista Vida Nueva.

Un total de 462 de los 498 mártires beatificados ahora eran religiosos de congregaciones como los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Salle), Carmelitas de la Antigua Observancia y Carmelitas Descalzas, Dominicas de la Anunciata, Adoratrices, Agustinos, Dominicos, Maristas, Franciscanos, Trinitarios, Salesianos, Misioneros de los Sagrados Corazones, Marianistas, Carmelitas Misioneras, Misioneras del Corazón de María, Franciscanas Hijas de la Misericordia y Carmelita de la Caridad.

La diócesis de Madrid, que preside el cardenal Antonio María Rouco, aporta el mayor número de aspirantes a beato: 176, entre ellos 64 jóvenes de entre 17 y 30 años. Según Rouco, "no tiene nada que ver el calendario de las beatificaciones con el calendario político". Añade: "A ellos [los nuevos beatos] tenemos que pedirles que intercedan por España, para que el bien de la reconciliación no se vea quebrantado por las circunstancias de la España actual".

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