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Reportaje:

Un futuro de altura

Mariola Roldán, de 23 años, primera titulada de la Universidad de Sevilla en Ingeniería Aeronáutica

Reyes Rincón

Mariola Roldán tiene 23 años y el título de ingeniera aeronáutica desde hace menos de un mes, pero su dilema es el opuesto al que inquieta a la mayoría de los recién licenciados: tiene varias ofertas de trabajo de empresas de primer nivel. "Mi problema es: ¿qué elijo?", reconoce.

Mariola ha sido la primera persona en terminar los cinco cursos y el proyecto fin de carrera de la primera promoción de Ingeniería Aeronáutica de la Universidad de Sevilla, que empezó a impartirse en 2002, cuando ya se vislumbraba que EADS-CASA apostaba por la capital andaluza para la producción de algunos de sus proyectos más importantes. Entonces vaticinó ya sé que a los alumnos de Ingeniería Aeronáutica no les iba a faltar trabajo. Y todo apunta a que va a ser así. Aunque las empresas tendrán que esperar unos meses porque, por ahora, sólo han terminado Mariola y otros cuatro compañeros. "En teoría el proyecto se hace después de acabar 5º, pero yo decidí compaginarlo", cuenta la joven.

La industria aeronáutica en Sevilla empieza ya a demandar jóvenes ingenieros. Mariola tenía ofertas, pero se ha decantado por una oferta extranjera. Más que como el arranque de su carrera profesional, lo ve como un paso más en su formación. "Ahora quiero continuar aprendiendo y la experiencia de trabajar fuera es muy importante", cuenta.

La última semana se la ha pasado deshojando la margarita entre dos ofertas casi irrechazables: una en Hamburgo (Alemania) para trabajar en Airbus y otra en Viena para ser ingeniera en la empresa Facc. Ha decidido empezar por la segunda, una filial que trabaja para Airbus, Boeing y la canadiense Bombardier. "En Hamburgo sólo tocaría a Airbus y en Viena puedo aprender también del Boeing", advierte.

Mariola ha conseguido no cerrarse las puertas en la factoría alemana de Airbus y su intención es cumplir en Viena un primer contrato de seis meses y aceptar después la oferta de Hamburgo. Así estaría más cerca de su plan a medio plazo: trabajar en la industria aeronáutica andaluza. "Me gustaría hacer carrera en Airbus y en EADS-CASA. Me voy con la idea de volver".

Mariola tiene plena confianza en que el proyecto de convertir Sevilla en el tercer vértice del triángulo aeronáutico europeo (junto a Hamburgo y Toulouse) no es humo que venden los políticos. "Se ha invertido mucho dinero y va a generar un montón de puestos de trabajo. Si las empresas han montado aquí una industria se van a preocupar por mantenerla y que vaya a más", asegura. Ella, no obstante, insiste en que la opción de estudiar Ingeniería Aeronáutica le atraía desde mucho antes de que la industria mirara hacia Andalucía. "Siempre me ha parecido curioso saber por qué vuelan los aviones o por qué un cohete llega arriba", dice la joven, que desde pequeña apuntaba aptitudes de ingeniera.

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Cuenta que siempre mostró más interés por los Tente y las construcciones de Lego que por las muñecas, aunque su "verdadera vocación" era ser Guardia Civil, como su padre. "Pero me gustaba el mundo de la empresa y todo lo relacionado con la ingeniería y me acabé decidiendo". Su vocación familiar sigue ahí, pero no se arrepiente: "Ahora no daría marcha atrás, estoy muy contenta con lo que he hecho, me apasiona todo los que he estudiado y en lo que voy a trabajar".

Para llegar hasta donde está, Mariola, que nació en Úbeda pero vive en Sevilla desde los 11 años, se ha forjado un expediente académico brillante. Terminó Bachillerato y Selectividad con una media de 9,62, el balance de los cinco años de carrera ronda el notable y en el proyecto final le han puesto un diez. Aún así, asegura que compaginar bien estudios y vida social "es cuestión de organizarse". "Yo soy muy familiar, pero también me gusta salir. Y montar a caballo y patinar e ir al cine. Nunca he sido una cabra loca de salir de miércoles a domingo, pero salía bastante". En su clase de la Escuela de Ingenieros la competencia era "muy alta", pero aún así ha hecho amigos "de los de para toda la vida". "Todo el mundo estaba acostumbrado a ser el primero de la clase, pero no lo hemos llevado mal. La gente era tan buena que te obligaba a ponerte al mismo nivel".

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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