"Camera café' es una serie blanca, que no molesta, que no se mete con nadie"

Luis Varela (Madrid, 1943) comenzó su carrera con 12 años, en las tablas del María Guerrero. Desde entonces ha trabajado en cine, teatro, televisión, radio y doblaje. Hoy vive una segunda juventud gracias a la popularidad que le ha proporcionado su personaje de Gregorio Antúnez en la serie Camera café, dirigida por Luis Guridi, y que tan buenos índices de audiencia le reporta a Tele 5.

Pregunta. Con más de 50 años de carrera, ¿cómo recibe una popularidad tan inmensa como la que le proporciona Camera café?

Respuesta. Con mucho agrado. Después de tanto tiempo trabajando... Aunque yo ya fui muy popular con programas como Escala en HI-Fi, que era comparable en éxito con Camera café. Y lo que más me alegra es que me conozcan las generaciones de ahora.

P. ¿Hay alguna clave imprescindible en el éxito de la serie?

R. Primero, los guionistas, que son estupendos. Y después, el director, un director excelente que ha cogido el pulso al humor disparatado que propone la serie, y que es difícil de conseguir. En realidad, todo el equipo lo hace posible, y los actores somos una piña. También es muy importante el hecho de que es una serie blanca, que no molesta, que no se mete con nadie...

P. Eso es raro en estos tiempos.

R. Yo creo que la gente se va cansando de morbo en televisión. Camera café ofrece aire fresco, hace las cosas de otro modo, y eso la gente lo aprecia.

P. ¿Cómo vivió el cambio de horario de la serie y que conllevó un notable bajón de audiencia?

R. Teníamos ya muchos espectadores hechos, que nos siguieron. En cualquier caso, eso es algo que no decidimos nosotros. La productora, la cadena... ellos mandan en estas cosas. Nosotros trabajamos como actores y basta.

P. Antúnez, su personaje, ha calado hondo y se ha hecho muy querido. ¿A qué cree que se debe?

R. Antúnez es un cascarrabias, pero es humano y entrañable. Es como el perro que ladra mucho y nunca muerde. Sólo vocifera, pero se ve su lado tierno. Eso es algo que está muy bien definido por los guionistas, y a lo que yo luego aporto mi matiz.

P. Pese al éxito de Camera café, ¿no echa de menos los viejos tiempos, los de los legendarios Estudio 1 en los que tanto participó?

R. Sí, mucho. Me parece terrible que el teatro haya desaparecido de la televisión. No hablo de las cadenas privadas, sino de las estatales. Debería ser obligatorio.

P. Tras medio siglo, ¿cómo vive un actor el seguir siendo actor?

R. Con ilusión. Con amor por la profesión. Eso nunca se acaba. Y, por qué no decirlo, con la satisfacción de que se me permita vivir de ello.

P. ¿Y no es un poco triste que muchos actores veteranos estén tan relegados?

R. Sí. Sí, pero los tiempos cambian, hoy las series son mayoritariamente de jóvenes y eso implica que para nosotros hay poco trabajo. Los tiempos son así.

P. Usted es un actor todoterreno, no hay medio que se le resista. ¿Tiene un cariño especial por alguno de ellos?

R. Por el teatro. No hay nada comparable al contacto directo con el público; un lugar donde no hay trampas. Es el ABC del actor.

P. En 2004, tras muchos años sin hacer cine, José Luis Garci (Tiovivo c. 1950) y Álex de la Iglesia (Crimen ferpecto) lo reclamaron al tiempo. ¿Por qué no ha rodado más películas desde entonces?

R. Eso hay que preguntárselo a los directores. Garci y Álex de la Iglesia me rescataron, y con películas estupendas, que me llevaron incluso a una candidatura a los Goya. Nunca se lo agradeceré bastante. Fue como volver a empezar, y con el mejor pie. Pero en fin, quizá no lo hice tan bien, porque nadie me ha llamado desde entonces.

P. De modo que triunfar en Camera... será para usted un orgullo.

R. Absolutamente. Después de todo lo que he hecho en televisión, lo que estoy viviendo ahora no lo he vivido nunca. Me paran por la calle, me saludan... Ese calor, esa acogida, afecta hasta muy dentro.