Varios atentados causan 61 muertos en Irak en un nuevo día de violencia

Al menos 61 personas murieron y alrededor de 50 resultaron heridas ayer en varios atentados perpetrados por la insurgencia en distintas áreas de Irak. Alrededor de 23 de los fallecidos eran militares iraquíes, que murieron al estallar una bomba al paso del autobús en el que viajaban. Un soldado británico falleció ayer tras ser atacada con un obús de mortero la base militar de las fuerzas de la coalición en Basora, en el sur de Irak.

El atentado más sangriento de ayer ocurrió en la carretera que une Tikrit, antiguo feudo del ex presidente Sadam Husein, con Biyi, a unos 180 kilómetros al norte de Bagdad, donde una bomba explotó al paso de un autobús de soldados iraquíes, causando 23 muertos. Un total de 20 uniformados resultaron heridos en el ataque, según fuentes policiales. Otros tres soldados murieron y cuatro más resultaron heridos en la explosión de un coche bomba en Tal Afar, al noroeste del país.

En un nuevo día de violencia en la capital, Bagdad, al menos 14 personas murieron en un ataque suicida contra un banco del distrito de Karrada. Los fallecidos, entre los que se encuentran 10 soldados, hacían cola en un banco para cobrar sus salarios. Otro ataque en la castigada capital iraquí causó ayer al menos cuatro muertos. Los fallecidos eran empleados de la compañía nacional de electricidad.

Hombres armados secuestraron el lunes a 45 chiíes de la ciudad de Nayab, cuando atravesaban en varios autobuses las cercanías de la ciudad suní de Ramadi, por una de las carreteras más peligrosas del país, según el gobernador. En Yusufiya, al sur de Bagdad, al menos tres personas murieron ayer durante el intento de secuestro a un autobús, según la policía.

En la localidad de Miqdadiya, al noroeste de Bagdad, un coche bomba explotó al paso de una patrulla policial cerca de una estación de autobús, dejando siete muertos, uno de ellos un policía, y más de diez heridos. Otros dos agentes fallecieron en un atentado similar en el centro de la ciudad de Kirkuk, al norte de Bagdad.

Las fuerzas de seguridad iraquíes fueron también objetivo de los ataques en Faluya, 50 kilómetros al este de la capital. En un atentado contra un convoy policial un agente murió y otros tres resultaron heridos. En la misma ciudad, presuntos insurgentes asesinaron a dos camioneros, un sudanés y un egipcio.

Por otra parte, un soldado británico murió ayer tras ser atacada una base militar de las fuerzas de la coalición en Basora, en el sur de Irak, según confirmó el Ministerio de Defensa británico. En un comunicado, el Ministerio precisó que el militar, miembro del primer batallón de la Infantería Ligera, falleció en el hospital al que fue trasladado después de resultar herido en el ataque con un obús de mortero a la base. Con esta muerte, son ya 114 los soldados británicos fallecidos en Irak desde la invasión en marzo de 2003.