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Reportaje:

Cuéntame qué pasa en este dibujo

Una novedosa prueba a gran escala de expresión oral en niños revela diferencias por sexo y ambiente familiar

Carmen Morán Breña

Hay un autobús verde que emprende su marcha y un señor de traje y maletín que corre tras él... La lámina que hay sobre estas líneas la han visto 400 alumnas y alumnos de sexto de Primaria, que han tenido que describir el dibujo y hablar sobre ello. Se trataba de una pionera prueba para medir la expresión oral de estos escolares de 11 y 12 años. Y no han suspendido, aunque su nota no es alta, un 5,7 para ellos y un 5,5 para ellas.

La diferencia, en todo caso,no es estadísticamente apreciable. Pero sólo en la nota. En este estudio, elaborado por el Instituto Nacional de Evaluación y Calidad del Sistema Educativo, dependiente del Ministerio de Educación, sí que han aparecido algunas otras diferencias dignas de mención, que quizá no se deben tanto a la capacidad para expresarse: ellos describen lo que ven, ellas valoran lo que ocurre. Para los alumnos, un chico cruza por el paso de peatones con una pelota bajo el brazo, sin más. Las chicas, sin embargo, se fijan en la tirita que lleva el chaval en la mejilla y, a pesar de su media sonrisa que esboza, dicen en su relato: "Está triste porque se ha caído y se ha hecho daño". Los niños ven un hombre que corre "para coger el autobús". A lo que ellas añaden: "porque llega tarde al trabajo". Para las alumnas, el motorista no sólo va con casco, sino también es un tipo "más seguro".

Hay aspectos, sorprendentes, en los que todos coinciden. La lámina mostrada está llena de colores, pero casi ninguno los menciona, quizá por obvio o porque consideran que es un dato irrelevante. Pero ¿qué tiene todo esto que ver con la expresión oral? No mucho, son sólo curiosidades que han aparecido detrás de la estadística del estudio.

Los expertos han utilizado medidores objetivos para definir la capacidad de expresarse: número total de palabras usadas, palabras distintas, repetidas, poco usuales, largas, cortas, frases subordinadas... Los alumnos de los 115 colegios estudiados emplearon una media de 122 palabras, 61 de ellas distintas; entre cortas y largas salían a unas cuatro letras por palabra; el tamaño máximo fue de 9,5 letras por palabra. La mayor diferencia entre unos alumnos y otros fue en el uso de los nexos empleados para unir una frase con otra, es decir, en el mayor uso de la subordinación frente a la yuxtaposición o la simple enumeración. En eso y en el número total de palabras, así como en el empleo de términos diferentes y poco usuales estaban la diferencia.

Lo que no ha sorprendido tanto es la alta influencia de los estudios de los padres. Obtienen una media de 5,1 los que pertenecen a familias con estudios primarios, nota que sube hasta el 5,8 cuando los padres pasaron por la universidad. Las calificaciones también tienen relación directa con el número de libro s que hay en casa, la alta o baja expectativa para seguir estudiando, el gusto por la lectura, los métodos de trabajo del profesor, el estudio de lenguas extranjeras, la ocupación de los padres en los deberes de los hijos... Todo ello influye en la capacidad para expresarse de forma oral y en el resto de la vida académica.

Pero lo que sí sorprende es que sean los alumnos los que muestren una mayor capacidad para expresarse -aunque no sea estadísticamente significativa-, cuando los profesores saben que las niñas manejan con más éxito el lenguaje a esas edades. "Es posible", señalan en el Inecse, "que hayan influido en eso otras variables, como la timidez o la tranquilidad", que, "con carácter general" suelen resultar negativas para expresarse con fluidez.

Lámina que el Instituto Nacional de Evaluación y Calidad en la Enseñanza mostró a las alumnas y alumnos para el estudio de expresión oral.
Lámina que el Instituto Nacional de Evaluación y Calidad en la Enseñanza mostró a las alumnas y alumnos para el estudio de expresión oral.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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