Asesinada en Colombia una hermana del ex presidente Gaviria
Uribe afirma que el crimen pretende "atormentar el país" ante las elecciones
Liliana Gaviria, de 52 años, hermana de quien fue presidente de Colombia entre 1990 y 1994, César Gaviria, llegaba a su residencia, en compañía de su chófer-escolta, a las 18.30 del jueves. Un vehículo les cerró el paso. Cinco hombres armados se bajaron, dispararon al escolta, subieron a Liliana, gerente de una empresa de transporte, en el vehículo y huyeron. Media hora después, el cadáver de ésta apareció abandonado a tres kilómetros del lugar del secuestro.
¿Está relacionado el asesinato de la hermana del hoy jefe único del opositor partido Liberal con las elecciones presidenciales del próximo 28 de mayo? Éste es uno de los muchos interrogantes que deja este crimen ocurrido en la ciudad de Pereira, en la región cafetera del centro del país.
El departamento de Medicina legal confirmó que un proyectil que le entró por el abdomen a la hermana de quien fue secretario general de la Organización de Estados Americanos desde 1994 a 2004, causó una herida a Liliana "absolutamente letal". Tenía además un golpe fuerte en la cabeza.
Lo que no se ha aclarado aún es en qué momento murió Liliana, madre de dos hijos, y una de los cinco hermanos de César Gaviria. Si fue un disparo en medio del forcejeo inicial en el que falleció el escolta, o le dispararon después, o si murió en la huida y por eso sus captores abandonaron el cuerpo. En 1996, otro de los hermanos Gaviria, Juan Carlos, fue secuestrado por un grupo guerrillero, que lo tuvo cautivo en condiciones infrahumanas durante más de dos meses hasta que lo liberó la policía, informa Efe.
El presidente, Álvaro Uribe, ofreció mil millones de pesos -cerca de 330.000 euros- por información que ayude a aclarar el porqué y quiénes dispararon. Dijo que éste puede ser el comienzo de una cadena de crímenes dirigida a "atormentar el país". Aseguró además que el éxito que se tenga para evitar la impunidad en este caso "ayudará a que Colombia frene cualquier designio terrorista". Ayer, Uribe viajó a Pereira, a unos 350 kilómetros al oeste de Bogotá, y presidió un consejo extraordinario de seguridad.
Las autoridades de Pereira (capital del departamento de Risaralda) se inclinan a pensar que se trató de un intento de secuestro por extorsión de la delincuencia común. Sin embargo, no descartan un acto desestabilizador de la guerrilla de las FARC o de grupos paramilitares. Para la policía judicial, por las características del asalto, fue un intento de secuestro. "Si hubieran querido asesinarla lo habrían hecho en el lugar en que la raptaron", dice un portavoz.
Horacio Serpa, candidato liberal a la presidencia, pidió que se aclare de inmediato si el hecho está relacionado con las elecciones, en las que Álvaro Uribe espera ser reelegido. Pide además que se determine si el crimen tiene que ver con la posición crítica de Gaviria frente al proceso de paz que mantiene Uribe con los paramilitares. "Me duele y rechazo este crimen. Me preocupan los acontecimientos criminales que salpican de sangre la actual campaña política, provocan incertidumbre y evidencian la falta de garantías", dijo Serpa.
Algunas voces, como la del obispo de Pereira, llamaron a la cordura y a no lanzar acusaciones prematuras sobre culpables "para no hacer daño al país", en medio del debate electoral. Otro de los candidatos, el ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus, que tiene como una de sus banderas de campaña el respeto a la vida, hizo un llamamiento a la serenidad.
