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EL FUTURO DE EUROPA

La Eurocámara investigará la complicidad de los Gobiernos con las cárceles de la CIA

La presidencia austriaca de la UE pide a los gobernantes que se tomen "muy en serio" las acusaciones

El Parlamento Europeo investigará la presunta implicación de los Gobiernos de la Unión en las cárceles secretas organizadas por la CIA en diversos países de Europa. El pleno de la Eurocámara aprobó por una amplia mayoría la propuesta de crear una comisión específica que investigue la existencia de estos centros y averigüe la supuesta "complicidad" de algunos Gobiernos de la Unión Europea en su funcionamiento, así como los vuelos clandestinos organizados por los servicios de espionaje estadounidenses con presos procedentes de distintos países.

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En concreto, la comisión parlamentaria investigará tres aspectos del caso. En primer lugar, la existencia de cárceles secretas, al menos en Polonia, miembro de la Unión Europea, y en Rumania, cuya incorporación a la Unión está prevista para principios de 2007. En segundo lugar, se intentará comprobar la existencia de vuelos de los servicios secretos estadounidenses con detenidos a bordo sin cargos contra ellos. En tercer lugar, la comisión parlamentaria tratará de averiguar si el espionaje europeo conoció o participó en el secuestro de ciudadanos de la Unión. El secuestro y la obtención de información bajo tortura es uno de los puntos prioritarios de la investigación que se va a llevar a cabo.

La Eurocámara decidirá si de haberse producido estas actividades, se habría violado el artículo 6º del Tratado de la Unión, lo que implicaría la pérdida del derecho de voto del país miembro infractor. La comisión de investigación es de carácter temporal y estará formada por 46 miembros pertenecientes a los distintos grupos políticos del Parlamento Europeo, en función de su peso respectivo.

Los trabajos de la comisión, que previsiblemente comenzarán la próxima semana, se prolongarán durante un año prorrogable, aunque habrá de elaborar un informe preliminar de conclusiones en el plazo de cuatro meses desde su apertura. Hoy la Eurocámara votará su composición. Su formato temporal contempla menos atribuciones y es de un rango inferior a la comisión de investigación que propugnaban los Verdes e Izquierda Unitaria.

Las denuncias sobre la existencia de cárceles secretas saltó a la luz cuando el pasado día 2 de noviembre el diario estadounidense The Washington Post se hizo eco de las acusaciones de la organización internacional de derechos humanos Human Rights Watch sobre las actividades ilícitas de la agencia de espionaje estadounidense en Europa.

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"No habrá doble rasero"

Los dirigentes de la UE pidieron inicialmente explicaciones al Gobierno de Washington, pero las ofrecidas por la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, durante su reciente visita a Europa les dejaron satisfechos. En el pleno del Parlamento Europeo, el presidente del Grupo de los Verdes, Daniel Cohn-Bendit, emplazó al canciller austriaco, Wolfgang Schüssel, que ayer presentó su programa como presidente de turno de la Unión Europea, a que se pronunciara sobre la existencia de estos centros de detención ilegal y la práctica de supuestas torturas en ellos. El canciller austriaco pidió a los dirigentes europeos que se tomen las acusaciones "muy en serio". Schüssel dijo ante los europarlamentarios: "Seré franco: no puede haber doble rasero. Los derechos humanos son indivisibles".

La principal promotora de la comisión de investigación, Sara Ludford, europarlamentaria liberal británica, sostiene que la visita de Condoleezza Rice ha supuesto un punto de inflexión en las labores de la comisión. Ludford afirmó: "Parece que ha habido un pacto de silencio entre los dirigentes europeos".

Las dos líneas de investigación abiertas en Europa, con independencia de las nacionales, sobre la existencia de cárceles secretas son la del Parlamento Europeo y la promovida por el Consejo de Europa, la organización intergubernamental de defensa de los derechos humanos en la que participan 46 países europeos y que tiene su sede en Estrasburgo. Wolfgang Schüssel mostró ayer su apoyo a la iniciativa del Consejo de Europa.

Miembros del Parlamento Europeo, durante una votación del pleno celebrado ayer en Estrasburgo.
Miembros del Parlamento Europeo, durante una votación del pleno celebrado ayer en Estrasburgo.REUTERS

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