Jesús Ruiz Mantilla reivindica el placer de los sentidos en 'Gordo'
La novela, ganadora del Premio Sent Sovi 2005, fue presentada por Almudena Grandes
Su aspecto físico, el pesar más de 130 kilos, no ha sido obstáculo en su vida para lograr sus propósitos. "He hecho siempre lo que me apetecía en cada momento. Quería hacer teatro, y lo hice; quise ser periodista, y lo soy; quería escribir literatura, y lo estoy haciendo". Ayer, la escritora Almudena Grandes presentó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid Gordo (RBA), el libro del periodista de EL PAÍS Jesús Ruiz Mantilla (Santander, 1965), un texto salpicado de elementos autobiográficos y en el que utiliza a un crítico gastronómico para ofrecer una visión de la vida "sensual y teñida de carnalidad. Es un gourmet en todos los aspectos de su existencia", apunta Mantilla. La obra ha sido galardonada con el Premio Sent Sovi 2005 de literatura gastronómica, dotado con 18.000 euros en metálico y 6.000 más para degustar una cena en cualquier lugar del mundo. El acto de presentación de la novela, en el que actuaron la pianista Rosa Torres-Pardo y el artista Enrique Viana, congregó a un numeroso grupo de representantes del mundo de la cultura.
Su obesidad le persigue desde la infancia. "No creo que sea capaz de recordar los regímenes que he seguido para llegar a la conclusión de que esto de la comida está en la cabeza y quien debe tratarlo es un psiquiatra". Sin embargo, no cree haberse sentido acomplejado por su aspecto. "Los niños son crueles, pero creo que cada vez que me decían 'gordo' en tono despectivo me crecía. No podía llorar porque para mí significaba resignación y derrota, y es algo que no va con mi carácter. El ser hijo único te obliga a resolver tus propios problemas y a ser bastante duro en algunos aspectos. Saber que eres diferente te obliga a desarrollar todos los mecanismos de defensa posibles".
El libro cuenta a través de distintos platos de comida, y siempre con ironía, la vida de Monchón, un crítico al que la vida le va más o menos bien y de la que disfruta de forma apasionada ya sea en el amor, la música o ante una buena mesa. "Si eres un ser apasionado, la pasión la llevas a todo lo que te rodea. Y eres capaz de disfrutar tanto de las buenas situaciones como de las malas. Mi personaje tiene una debilidad hacia el arte hasta tal extremo de que es capaz de dividir la música entre delgada y gorda dependiendo del compositor, y en el terreno de la pintura exalta los poderosos cuadros de Rubens". El autor de Gordo reconoce que el protagonista de su libro debe bajar de peso para evitar cualquier enfermedad derivada de la obesidad, y por ello en su próximo trabajo literario llevará a Monchón al psiquiatra para tratar de solventar su problema de volumen.
Babelia
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