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Más de 50.000 niños rusos beben alcohol a diario

Cada año la población de Rusia disminuye en un millón de personas. Y entre los numerosos culpables de esta catástrofe demográfica, un lugar de honor lo ocupa el alcoholismo. Hay oficialmente registrados más de dos millones de alcohólicos en Rusia o un 1,7% de la población, pero la cifra real es mayor aún y supera el 3%. El alcoholismo se extiende a nuevos sectores y golpea cada vez a más a los niños y las mujeres. Si hace 10 años, dos de cada 10 alcohólicos eran mujeres, ahora este índice se ha multiplicado y ya son cuatro. Además, la mayoría de las afectadas por este mal antes tenían más de 40 años; hoy es común el alcoholismo entre mujeres de 20-30 años. En Rusia hay cerca de 56.000 menores de 14 años que son bebedores empedernidos.

Unas 200.000 personas de entre 18 y 60 años de edad mueren anualmente en Rusia directa o indirectamente por causa del alcohol, sostiene la diputada Tatiana Yákovleva, presidenta del comité parlamentario para la Protección de la Salud.

Los rusos beben de todo: no sólo cerveza, vino y licores fuertes (principalmente vodka), sino también cualquiera cosa que tenga alcohol, como limpiavidrios, colonias baratas y otros líquidos con los que consiguen emborracharse. El Estado, la Iglesia y otras instituciones están perdiendo su lucha contra el alcoholismo, que aumenta sistemáticamente. En la provincia sureña de Krasnodar, por ejemplo, 1,6 niños de cada 100.000 son oficialmente alcohólicos registrados en las instituciones sanitarias. El boom del alcoholismo infantil se debe en gran parte a la cerveza. El problema llegó a tales proporciones que el Parlamento tuvo que legislar y prohibir este año la publicidad de las cervezas por televisión antes de las 22.00. También se ha prohibido beber en la calle, pero se incumple.

La situación es dispar a lo largo de Rusia: el campo está mucho más alcoholizado que la ciudad. En las regiones nórdicas alejadas de la civilización, hay aldeas completamente alcoholizadas e incluso pequeñas etnias están en vías de extinción en gran parte por el consumo de vodka.

La afición de los rusos por el alcohol se ha tratado de explicar por diversas causas: el severo clima que reina en gran parte del territorio ruso o el llamado gen asiático, que según algunos investigadores lo tienen los dos tercios de los rusos y que hace que la persona se emborrache 10 veces más lentamente. Sea como fuere, el consumo de alcohol en Rusia ya sobrepasa los 15 litros por persona (cuando se desintegró la URSS, en 1991 este índice era de 5,6 litros; los finlandeses, que también son conocidos por su afición al vodka, consumen 9 litros).

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