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Israelíes y palestinos acuerdan destruir los asentamientos de la franja de Gaza

Rice se entrevista con Sharon y anuncia el pacto que allana la descolonización del territorio

Israelíes y palestinos han acordado destruir las 1.200 viviendas de los colonos de los 21 asentamientos de la franja de Gaza cuando sean evacuados el próximo 15 de agosto, de acuerdo con el llamado Plan de Desconexión de Gaza. El pacto fue anunciado ayer a la prensa por la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, poco después de entrevistarse con el primer ministro israelí, Ariel Sharon, y de dar por concluida su visita a Israel y a los territorios palestinos, durante la cual Rice también se reunió con el presidente palestino, Mahmud Abbas.

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La polémica surgida sobre el futuro de las casas evacuadas de los colonos quedó ayer definitivamente zanjada, después de que israelíes y palestinos acordaran por diferentes razones que lo mejor que podía hacerse con los inmuebles en los que viven los 8.000 colonos, una vez desalojados, era derribarlos.

Para los israelíes, la imagen de los palestinos ocupando las casas de los colonos era una visión insoportable que coincidía, paradójicamente por otra parte, con la opinión de los dirigentes palestinos de que las peculiaridades de estas casas de los colonos no servían para cubrir las necesidades de su pueblo.

El problema de la destrucción de las casas de los colonos, deseada así por ambas partes, se enfrentaba sin embargo a la dura realidad; el coste de una operación insoportable para cualquiera de las dos partes, ya que según los técnicos puede ascender a 4.000 millones de dólares, prácticamente el importe de la ayuda anual de Estados Unidos a Israel o cuatro veces el presupuesto anual de la Autoridad Nacional Palestina. El coste de la operación no procede tanto de la destrucción de los inmuebles como de la retirada de los escombros a algún lugar en el que no causaran problemas.

La solución pactada por israelíes y palestinos, gracias a las labores de coordinación de la secretaria de Estado estadounidense, asegura que la forma en que serán destruidas las 1.200 viviendas, en su mayoría chalés, que ocupan los colonos de la franja de Gaza, será estudiada por un comité paritario de israelíes y palestinos, en el que participarán también representantes de la comunidad internacional, sobre cuyas espaldas recaerá el coste de una operación de gran envergadura. El pacto no hace ninguna alusión a las obras de infraestructura de los asentamientos.

Los técnicos israelíes y palestinos han empezado a estudiar la posibilidad de que los escombros provocados por la destrucción de estos inmuebles puedan servir para cimentar el futuro puerto internacional de Gaza, una obra de ingeniería prevista en los Acuerdos de Oslo, que empezó a ser construida durante el mandato del ex presidente palestino Yasir Arafat, pero que fue destruida por los bombardeos sistemáticos de la aviación israelí en la época más dura y sangrienta de la Intifada.

Casas para refugiados

Los terrenos ocupados por las residencias de los colonos servirán para construir viviendas para los refugiados palestinos, paliando de esta manera uno de los problemas más graves en el que se encuentran inmersos el millón y medio de habitantes que ocupan la franja de Gaza.

La construcción de estas nuevas viviendas, según los políticos, podría ayudar además a reanimar la economía palestina y facilitar el acceso al trabajo a una población que en casi un 70% se encuentra desempleada desde hace cuatro años.

El pacto alcanzado entre israelíes y palestinos sobre el futuro de las casas de los colonos de la franja de Gaza supone el primer triunfo de la visita que la secretaria de Estado estadounidense ha efectuado a Israel y los territorios palestinos. Condoleezza Rice conseguía ayer con este acuerdo colocar la primera piedra de un proceso de colaboración entre Mahmud Abbas y Ariel Sharon con respecto al proceso de descolonización de la franja de Gaza.

Los dos dirigentes estudiarán los nuevos detalles y horizontes de esta colaboración en la reunión que celebrarán el próximo 21 de junio en Jerusalén, y que supondrá su primer encuentro tras la cumbre histórica de Sharm El Sheij, en donde pactaron un alto el fuego.

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, saluda a la secretaria de Estado de EE UU, Condoleezza Rice, en Jerusalén.
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, saluda a la secretaria de Estado de EE UU, Condoleezza Rice, en Jerusalén.AP

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