Payne achaca el golpe de Franco a los altercados y al "sectarismo" de Azaña

"La agudización de los altercados de la izquierda radical y el análisis sectario y equivocado de Azaña, que le llevó a tener las manos atadas por los radicales" fueron las principales causas que llevaron a los golpistas a poner fin a la República. Así de tajante se manifestó el historiador Stanley G. Payne durante la presentación de El colapso de la República. Los orígenes de la Guerra Civil (1933-1936) (Esfera de los Libros). El historiador dedica el libro al ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez y a los militantes de UCD: "Todos ellos fueron protagonistas de un periodo breve pero glorioso y fueron capaces de construir una democracia en España".

Payne desmenuza en su nuevo trabajo la II República y analiza especialmente los últimos meses hasta el golpe de Estado que protagonizaron el 18 de julio de 1936 los militares de derechas. No oculta que sus simpatías hacía Manuel Azaña son más bien pocas: "Fue un gran intelectual y escritor, pero muy sectario como político". Considera que el presidente de la II República se equivocó de pleno en su trayectoria al pensar que había superado a la derecha y que el suyo era un gobierno natural. "No fue consciente de que con un gobierno minoritario como el que tenía, debió abrirse más hacía otras fuerzas ligadas con la derecha y haber intentado hacer una República de centro".

Sobre los momentos actuales, el historiador afirma que la situación de los años treinta tiene poco que ver con la "crispación política de estos momentos". Payne se muestra radicalmente contrario a una III República para España y lo tacha de "propuesta radical y destructiva. La monarquía es hoy un importante símbolo moderador" que puede mediar en cualquier crisis, como ya lo hizo en 1981.