La Sociedad de Cuidados Paliativos avala la sedación terminal de enfermos en coma

"Aplicar la sedación a enfermos terminales que están en agonía durante un coma o a enfermos con alzheimer terminales que tienen delirios es una práctica de libro". El presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, Xavier Gómez Batiste, avaló ayer de forma tajante la sedación terminal en estas condiciones.

Esta práctica era una de las "incidencias" que encontraron los investigadores de la Comunidad de Madrid al analizar los informes de la Comisión de Mortalidad del hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid), según admitió ayer el Consejero de Sanidad madrileño, Manuel Lamela. Basándose en estas incidencias la Consejería ha destituido al ex coordinador de Urgencias, al gerente y al director médico del centro.

Uno de los médicos que han participado en uno de los casos que recogen estos informes es Miguel Ángel López Varas, del servicio de Urgencias del hospital. "Creo que uno de los casos fue mío. Se trataba de una mujer que estaba en coma sin posibilidad de recuperación. La Comisión de Mortalidad [un grupo que audita los procesos del hospital] me preguntó que por qué la había sedado, y me dijo que no había seguido las recomendaciones elaboradas por el hospital. Yo les contesté que esa práctica estaba recogida en la bibliografía existente sobre cuidados paliativos", recuerda el especialista.

López Varas aprueba el uso de la sedación en los otros casos denunciados (enfermos de alzheimer o con apoplejía): "Cuando una persona está en coma pero tiene ahogos o padece un alzheimer avanzado y una sepsis generalizada, ¿qué debe hacerse? ¿Curarla, sondarla y mandarla a morirse a una residencia? Para el enfermo y su familia es preferible que se la sede y acabe su vida tranquila", afirma.

La Comisión de Mortalidad, que está formada por personal del centro, se reúne periódicamente para revisar las historias clínicas de los pacientes fallecidos en el hospital. "Existe, por ley, en todos los hospitales", afirmó ayer Susana Plaza, médico internista del Severo Ochoa y presidenta de la comisión. Plaza es además la responsable de la unidad de paliativos del hospital. "Esta unidad consta de cuatro camas que se encuentran en Medicina Interna, y tiene personal de enfermería especializado en tratar enfermos terminales mediante cursos", explicó Plaza.

La médica no quiso comentar las acusaciones de "irregularidades administrativas" detectadas por la Consejería en la práctica de la sedación terminal. Este tratamiento que se incluye dentro de los cuidados paliativos y que consiste en administrar fármacos a enfermos sin cura posible para aliviar su dolor o angustia aun a riesgo de acortar su vida.

Los informes a los que se refiere Lamela fueron elaborados por la comisión entre junio y diciembre de 2004. Entre todos ellos se recogen los 25 casos de sedación "irregular, no indicada, indebida o en exceso" que denunció el consejero el 22 de marzo pasado.

Informes de uso interno

"Estos informes son de uso interno y las irregularidades que se describen ya están solventadas", afirmó el jefe de la UCI del hospital, Frutos del Nogal. El presidente de la Sociedad de Paliativos calificó de "obsceno" su uso público.

"La sedación terminal no es exclusiva para pacientes oncológicos", recalca Joaquín Insausti, presidente de la Sociedad Madrileña del Dolor. "Puede haber muchos otros casos de enfermedades terminales en que esté indicada", insiste.

Insausti, quien además es jefe del servicio de Anestesia del hospital de Leganés, llama la atención sobre una de las "irregularidades" que recoge los informes de la comisión de mortalidad: "Nosotros estamos investigando los famosos 25 casos, y no sólo no hemos encontrado ninguna mala práctica; es que además en cuatro de los casos lo que se denuncia es que aunque la sedación terminal estaba prescrita, ésta no se aplicó", señala.