Otra matanza escolar
Un estudiante admirador de Hitler y marginado por sus compañeros asesina a nueve personas en una reserva india de EE UU
Jeff Weise, un chico de 17 años que mató a sus abuelos y luego disparó contra sus compañeros del instituto de bachillerato de Red Lake antes de quitarse la vida, protagonizó la peor matanza en un centro escolar de EE UU después de la tristemente célebre de Columbine en 1999. Entonces, dos alumnos mataron a 12 compañeros y un profesor antes de suicidarse. Ahora, Weise -un perfecto ejemplo de dislocación social- se ha llevado por delante, además de a su abuelo y la compañera de éste, a cinco estudiantes, un profesor y un vigilante de seguridad. Hay 14 heridos, dos de ellos muy graves.
Nunca la reserva india de los Ojibwa, también conocidos como los Chippewa -al norte de Minnesota, cerca ya de la frontera con Canadá, y una de las más pobres del Estado, con unas 5.000 personas en el censo-, había sido el centro de la atención nacional. Sus habitantes, que sufren un elevado índice de desempleo, estaban ayer sobrecogidos. "Ha sido el día más negro en la historia de nuestra tribu", declaró Floyd Jourdain, presidente del Consejo de Red Lake, que gestiona la reserva y los casinos, menos visitados que los de otras zonas más pobladas.
Jeff Weise preguntó a un amigo si creía en Dios y a continuación le disparó
Jeff Weise había tenido algún problema de disciplina y estaba enrolado en un programa especial para superarlo. Era un solitario que vestía siempre de negro y sufría las burlas de otros chicos, según las declaraciones de sus familiares al diario St Paul Pioneer Press, que añadieron que su padre se suicidó hace cuatro años y su madre está internada en una residencia con lesiones cerebrales debidas a un accidente de automóvil. Además, el diario revela que algunos estudiantes dijeron que Jeff firmaba mensajes -con el seudónimo ángel de la muerte, en alemán- en algún espacio de Internet, en el que manifestó sus simpatías por Hitler y mencionó haber sido acusado de constituir una amenaza para el instituto.
Fuera como fuera su desequilibrio, Jeff enloqueció del todo el lunes: primero fue a su casa, se apoderó de la pistola de su abuelo, un policía de la reserva india, y disparó contra él y contra la mujer con la que vivía. El chico se montó en el coche de policía de su abuelo y condujo hasta el instituto. Entró por el detector de metales y allí mismo mató al vigilante de seguridad. Poco después se dirigió a una clase. Según un testigo, apuntó a un chico, pero le sonrió, le saludó y desvió la pistola para disparar sobre otro. Una estudiante que estaba cerca escuchó a Jeff preguntar a un amigo si creía en Dios; a continuación, le disparó. Otra testigo contó al diario que escuchó a una estudiante gritar: "¡No, Jeff, vete, vete! ¡Déjame! ¿Qué estás haciendo?". Los profesores trataban de proteger a los grupos de aterrorizados alumnos alejándoles del tiroteo. Los estudiantes se metían debajo de las mesas o intentaban encerrarse en otras aulas.
Poco después, la policía rodeó el instituto. Tras intercambiar algunos disparos, Jeff Weise se suicidó, según Roman Stately, que dijo que el joven tenía dos pistolas y una escopeta.
Según la asociación de Servicios de Seguridad en centros escolares, en lo que va de curso ha habido en Estados Unidos 20 muertos por incidentes violentos, sin contar Minnesota. Las cifras han bajado desde Columbine gracias a las medidas de seguridad, pero en algunos Estados y condados ha habido recortes presupuestarios que pueden haber reducido esas disposiciones.
El gobernador de Minnesota, Tim Pawlenty, declaró que Red Lake tenía las medidas adecuadas y que lo ocurrido se debió a "una persona muy desequilibrada que fue capaz de superar todas las medidas y que hizo un terrible daño".
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