El mercado de la compraventa de emisiones
El Protocolo de Kioto establece qué pueden hacer los países adheridos para cumplir con los objetivos de reducción de los gases de efecto invernadero. Éstas son algunas de las claves técnicas del acuerdo:
- Mercado de emisiones. El primer mecanismo de flexibilidad que establece el protocolo es un mercado para la compraventa de cupos de emisión. Éste permite a un país que alcance la fecha límite con menos emisiones de las que se le autorizan en el acuerdo a vender las toneladas que le sobren a otro y que le hagan falta para cumplir con su tope máximo.
En la Unión Europea se ha organizado ese mercado de emisiones, que funcionará a partir del 1 de enero de 2005, Para ello se han definido seis grandes sectores económicos y cada país ha elaborado un plan nacional de asignación de cupos de emisiones a las empresas de cada sector con los que pueden actuar en el mercado europeo.
Este mecanismo del Protocolo es clave en el caso de Rusia -y de los países de la antigua órbita soviética-, ya que la crisis económica profunda y el desmantelamiento de plantas industriales y energéticas muy contaminantes supone que en 2012 deberían tener considerablemente menos emisiones que en 1990. Esa diferencia pueden venderla a los países que no hayan logrado suficiente contención de emisiones con medidas internas.
- Desarrollo limpio. El segundo mecanismo, llamado de desarrollo limpio, supone que un país desarrollado (que debe contener sus emisiones) realice un proyecto de cooperación con un país en vías de desarrollo para la construcción de instalaciones poco o nada contaminantes. Las toneladas de CO2 equivalente ahorradas se anotan en la cuenta del país desarrollado que impulsa el proyecto.
- Implementación conjunta. Este tercer y último mecanismo es similar al de desarrollo limpio, pero en este caso los proyectos se realizan entre países industrializados -que deben reducir sus emisiones- y los beneficios obtenidos en reducción de emisiones se reparten entre los participantes.
- Gases. El protocolo regula seis gases de efecto invernadero. Los tres principales son dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O). A ellos se añaden tres generados específicamente por actividad industriales: hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6). Estos tres gases industriales se emiten en muy baja cantidad en comparación con el CO2, pero tienen un alto poder de calentamiento de la atmósfera.Todas las emisiones se traducen a su equivalente en toneladas de CO2.
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