Conquistar Atenas a punta de pistola

José Antonio Colado empuñó su primera pistola a los 13 años. Su familia buscaba algo que hacer juntos los fines de semana y se enteraron de la existencia de un campo de tiro cerca de la localidad sevillana de Camas. "Empiezas entrenando por entretenerte y poco a poco te ves en el Campeonato de España, en el equipo nacional y metido en concentraciones", explica Colado, que ahora, con 28 años, se prepara para competir en Atenas y dedica al tiro más horas al día de las que pensó su familia cuando se acercó a este deporte por casualidad.

Él sigue considerándolo una afición, pero reconoce que en los últimos años ha sido "muy muy difícil" compaginarlo con otras cosas. Aún así, estudia Físicas y espera ser licenciado el año que viene. "A ver cómo está el mundo laboral. Me parece que va a ser complicado encontrar algo que pueda llevar bien con el deporte", dice. Mientras estudia, vive rodeado de otros deportistas en el centro de Alto Rendimiento de Madrid y disfruta de una beca del Gobierno y otra de la Fundación Andalucía Olímpica. "Con eso me apaño", asegura.

En Atenas jugará a dos bandas. Compite en pistola de aire y pistola libre, y así duplica las posibilidades de éxito. "Mi objetivo es estar entre los ocho mejores para entrar en la final". ¿En cuál de las modalidades? "En cualquiera. Con una me conformo", asegura. "Mi especialidad es la pistola de aire, pero nunca se sabe".

Las últimas semanas antes de llegar a Atenas las ha pasado entre concentraciones en Madrid y en el centro de tecnificación de Granada, pero asegura que, por muy preparado que vaya, un tirador vive acostumbrado a los "altibajos". "Hacemos muchas competiciones durante el año para trabajar la técnica y fortalecer la mente con la ayuda de un psicólogo. Pero al final va a ganar quien controle mejor los nervios", augura. Por muy acostumbrados a competir que estén los tiradores, Colado asegura que la "tensión" de unos Juegos es superior a la de cualquier otra prueba.

Por lo que le han contado, los Juegos de Atenas también van a ser distintos a los de Sydney o Barcelona en un aspecto fundamental para los deportistas: sus familias lo tienen muy difícil para acompañarles. Según Colado, todos los Juegos cuentan con un plan de hospitalidad mediante el que se facilita el alojamiento de los familiares cercanos a precios "asequibles", pero en Grecia no está dando resultado. "Éstos quieren sacar dinero de todo", dice el tirador. "Son muy peseteros".

La familia de Colado, asegura el deportista, buscó un piso donde quedarse y en ningún sitio le ofrecían algo por menos de 12.000 euros al mes. Y sin posibilidad de alquilarlo por menos tiempo. Al final han optado por verlo por la tele desde España y Colado viajará sólo con sus compañeros de selección. Pero antes de llegar a Atenas, todavía les queda otro de los trámites más pesados de los que no pueden evadirse los tiradores: pasar los controles especiales de los aeropuertos para poder viajar con armas. "En Madrid ya nos conocen y nunca hay problema pero tenemos que llegar con mucha antelación", afirma Colado. Las pistolas no se facturan con el resto del equipaje y antes de salir de España deben pasar por la Guardia Civil del aeropuerto. Cuando llegan al de destino, van directos a recoger el armamento en las oficinas de la policía. A él nunca le han perdido las armas ni le han retenido bajo un malentendido, pero conoce más de un caso.