Mil notables llegan a Bagdad para designar un Parlamento en medio de nuevos atentados

Irak avanza paso a paso en la creación de unas estructuras políticas que le permitan encarar el futuro de forma independiente. Las heridas son graves, pero existe un enorme deseo de normalización. En este proceso se enmarca la Conferencia Nacional, que tiene como misión la elección de los 100 miembros del futuro Parlamento interino. Mientras, la inseguridad sigue siendo tremenda en la capital iraquí. Ayer estalló un coche bomba, se produjo un ataque con morteros y fue asesinado a tiros el coronel del Ministerio del Interior encargado de asuntos tribales.

Musad al Auadi fue alcanzado cuando se dirigía a su trabajo en coche y unos desconocidos le dispararon desde otro vehículo, en el que huyeron. Es el noveno alto funcionario iraquí que muere de esta forma desde que comenzó julio.

Y pese a la propuesta de la ONU de retrasar la Conferencia Nacional, Fuad Massum, presidente del comité preparatorio, afirma que "se cumplirán los plazos que obligan a su celebración antes de finales de este mes". Ayer finalizó el plazo para registrar los nombres de las 1.000 personas designadas para participar en la Conferencia. Partidos políticos, tribus, provincias y mandatarios religiosos han sido los encargados de seleccionar a los que deben representarles. Los 55 miembros del comité preparatorio que Massum preside son los primeros de la lista, cuya composición pretende ser un reflejo de la idiosincrasia del país. Irak tiene 25 millones de habitantes de los que el 58% son árabes chiíes; otro 18% son árabes suníes, un 18%, kurdos, y el 6% restante son turcomanos o árabes cristianos.

Ya están en Bagdad la mayoría de los mil delegados, pero el temor a un atentado hace que se mantenga en secreto el lugar donde han comenzado a reunirse. Todo indica que el pleno, que según Massum durará "dos días aunque puede que se extienda a un tercero", será en el Palacio de Congresos, que se encuentra dentro de la llamada zona verde o zona de seguridad, un área bajo protección del Ejército norteamericano, que ocupa buena parte del centro de Bagdad y en la que se incluyen desde el cuartel general de las tropas de EE UU a la sede del nuevo Gobierno, los ministerios clave y las Embajadas de EE UU y Reino Unido, además de viviendas y hoteles para los expatriados y el Gobierno. La zona verde está protegida por anillos de seguridad sobre calles y puentes cerrados al tráfico.

La ONU había pedido el retraso de la Conferencia Nacional para que pudiera asistir el nuevo enviado de Kofi Annan, el paquistaní Ashraf Jehangir Qazi, y una avanzadilla de su misión. Pese al llamamiento hecho por Annan, ningún país ha ofrecido tropas a la ONU, que se encuentra ante el dilema de tener que estar bajo el paraguas protector de EE UU o arriesgarse a un atentado como el que acabó con la vida de Vieira de Melo y otras 20 personas.

Legitimidad de la ONU

"Aquí se encuentra el argelino Yamal ben Omar [ayudante del emisario de Naciones Unidas Lajdar Brahimi], con el que hemos colaborado en la preparación. La Conferencia Nacional puede celebrarse con su presencia, lo que significa la asistencia y la legitimidad de la ONU", afirma Massum.

Nacido en 1938, Massum fue el primer jefe del Gobierno Regional del Kurdistán, establecido en 1992, después de que, tras la guerra del Golfo, EE UU estableciera el paralelo 36 como límite del vuelo de los aviones del régimen de Sadam Husein. Esto permitió a los kurdos una independencia de facto que ahora se levanta como uno de los mayores obstáculos en la elaboración de la nueva Constitución iraquí.

Los delegados de la Conferencia elegirán por votación secreta a 80 de los 100 miembros del Parlamento. Los otros 20 son antiguos miembros del desaparecido Consejo de Gobierno, que no obtuvieron cargo en el Ejecutivo interino, y para acallarlos se les prometió un escaño parlamentario.

"Es un importante paso en la democratización de Irak. Es la primera vez que estará representado en el Legislativo todo el abanico de la sociedad, sus partidos políticos, sus regiones, sus etnias, sus intelectuales e incluso sus artistas", señala Massum, que recibe al EL PAÍS en su despacho de la zona verde. "Seguiremos muy de cerca la acción del Gobierno y tendremos capacidad de veto sobre cualquier decisión que tome contraria a la Constitución o a los intereses ciudadanos", añade.

El derecho de veto que requerirá dos tercios de los representantes no tiene efectos retroactivos. El Gobierno interino decidió a principios de mes dotarse de capacidad para declarar el estado de emergencia, el toque de queda y otras medidas extraordinarias para luchar contra la insurgencia.

El Parlamento se encargará de poner en marcha la ley electoral para los comicios generales previstos para enero. Pese a que el censo sigue sin elaborarse, Massum se mostró a favor de que las elecciones se celebren "cuando está previsto, para que el Parlamento, elegido democráticamente, elabore la nueva Constitución y para 2006 se complete el ciclo de la transición".