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En Francia, a la cárcel

Pablo Ximénez de Sandoval

Francia ha conseguido reducir un 20% los muertos en carretera en sólo un año gracias a una dureza sancionadora sin precedentes. Las multas por exceso de velocidad las ponen radares fijos que envían automáticamente la sanción con una fotografía al domicilio del conductor en dos o tres días. La multa se puede recurrir, pero antes hay que pagarla.

El otro gran factor de riesgo, el alcohol, tiene un gran reflejo en el carné por puntos. Cuando a un conductor se le para y da positivo en el control de alcoholemia, se inmoviliza el coche, se le pone una multa de 135 euros y se le quitan seis puntos del carné, que es la mitad de los 12 puntos del carné francés. Si es reincidente o ha causado lesiones, va directamente a la cárcel. En el caso de los jóvenes, dar positivo en un control supone la retirada del carné, ya que entre los 18 y los 21 años sólo tienen seis puntos, en vez de doce. El máximo permitido de alcohol en sangre es de 0,5 gramos por litro de sangre.

En Reino Unido, el límite es 0,8, "pero no necesitan modificarlo, porque el que bebe ni se atreve a coger el coche", dice Rafael Olmos, director del Servei Catalá de Transit. Si lo pillan le retiran el carné de conducir un año, le ponen 7.500 euros de multa y seis meses de prisión. El crimen queda registrado en el carné como antecedente durante 11 años.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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