La Duma rusa restringe el derecho de manifestación
La Duma Estatal o Cámara baja del Parlamento ruso aprobó ayer una ley por la que prohíbe las manifestaciones y mítines junto a los edificios de los órganos de poder y de las misiones diplomáticas. Los rusos tampoco podrán manifestarse en las grandes avenidas, ni en las cercanías de oleoductos y gasoductos ni de "producciones peligrosas o dañinas".
La ley, aprobada por 294 votos a favor y 137 en contra, ha provocado las protestas de las organizaciones de derechos humanos y de políticos liberales. Borís Nemtsov, dirigente del partido Unión de Fuerzas de Derecha y ex viceprimer ministro, opinó que el documento pretende eliminar "los derechos constitucionales de los ciudadanos". Los rusos "simplemente no podrán luchar por sus derechos", si la ley entra en vigor, señaló Nemtsov.
El texto aprobado representa un duro golpe no sólo para los partidos opositores, sino también para los ecologistas, ya que no podrán manifestarse, por ejemplo, a las puertas de una central nuclear, consideradas "producción peligrosa". Lo mismo vale para empresas petroleras que puedan dañar el entorno, fábricas químicas y un largo etcétera.
La ley no sólo prohíbe los mítines junto a los órganos centrales de poder, sino también junto a los provinciales e incluso municipales, lo que significa que, por ejemplo, los maestros no podrán protestar ante la alcaldía por el impago de sus sueldos. Las primeras víctimas de esta ley que aún no ha entrado en vigor fueron ayer los activistas del partido liberal Yábloko y de la organización Ekozashcita (Defensa Ecológica) que fueron detenidos por la policía por haber organizado un piquete a las puertas de la Duma en contra del documento que discutían los parlamentarios.
El diputado liberal Vladímir Rizhkov considera que el texto "contradice la Ley Fundamental e indudablemente es antidemocrática". También Human Rights Watch y Memorial han protestado y Greenpeace advirtió de que recurrirá al Constitucional si el presidente promulga la ley.
