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LA POSGUERRA DE IRAK

El ayatolá Sistani acusa a EE UU de no hacer lo suficiente para proteger el país

Washington asegura que Al Qaeda está detrás de los atentados contra los chiíes

Ángeles Espinosa

¿Quién está detrás de los atentados simultáneos de ayer contra la comunidad chií? El dedo acusador de Estados Unidos apuntó de inmediato a la organización terrorista Al Qaeda y, en concreto, al hombre al que responsabiliza de ser su cabecilla en Irak, Abu Musab al Zarkaui. Los dirigentes chiíes que respaldan a la coalición comparten ese dictamen. Sin embargo, haciéndose eco del malestar de la calle, el líder espiritual de esa comunidad, el gran ayatolá Alí al Sistani, responsabilizó a las fuerzas ocupantes de "no hacer lo suficiente para proteger el país".

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"Responsabilizamos a las fuerzas de ocupación por su evidente dejación en el control de las fronteras de Irak y en prevenir las infiltraciones, y por no preparar lo suficiente a las fuerzas de seguridad nacionales ni equiparlas adecuadamente", asegura Al Sistani en una declaración escrita. El ayatolá, que goza de una gran influencia entre el 60% de los iraquíes, que profesan la confesión chií, hace, no obstante, un llamamiento a la calma y pide a todos los ciudadanos que "trabajen duro para unirse y tener una voz con el fin de recuperar las dañadas soberanía, independencia y estabilidad del país".

Los responsables norteamericanos no están de acuerdo con la acusación de Al Sistani. "El terrorismo no puede detenerse en las fronteras, pura y simplemente", había declarado el general Mark Kimmitt, director adjunto de operaciones militares de la Coalición, poco antes de conocerse el texto del ayatolá. Kimmitt sugirió que es en las casas de los iraquíes donde debe ganarse esa batalla.

"Los terroristas quieren desatar la violencia sectaria porque creen que es la única forma de frenar la marcha de Irak hacia la democracia", afirma por su parte el administrador civil norteamericano, Paul Bremer, en un comunicado en el que expresa sus condolencias a las familias de las víctimas. "En una reciente carta el terrorista Abu Musab al Zarkaui escribía que Irak camina hacia la democracia y una vez que la logre no habrá pretexto para los ataques", prosigue Bremer, antes de concluir que Zarkaui y los suyos no conseguirán sus propósitos.

"Uno de los principales sospechosos sería sin duda Al Zarkaui", admitió el general Kimmitt, quien basó su razonamiento "en el método utilizado". En efecto, los atentados simultáneos se han convertido en la firma de Al Qaeda y, aunque Kimmitt no presentó pruebas concretas, los sucesos de ayer vienen a dar contenido a la carta de ese terrorista jordano difundida por EE UU. En dicho texto, Al Zarkaui, por el que Washington ofrece una recompensa de 10 millones de dólares, instruía a sus seguidores para que atacaran a la comunidad chií con el objetivo de provocar una guerra civil.

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Este análisis fue compartido en líneas generales por la mayoría de los políticos iraquíes, y muy en especial por los dirigentes chiíes. "Al Qaeda está detrás de estos ataques; quiere llevarnos a una guerra civil", aseguró el hoyatoleslam Mohamed Dagui al Mudarrasi. También Hamid el Bayati, portavoz de la Asamblea Suprema para la Revolución Islámica en Irak (ASRII), dijo que eso era "probable".

"No caeremos en esta trampa", defendió, por su parte, Adnán el Asadi, número dos del partido Al Dawa, en referencia al riesgo de guerra fratricida. Sin embargo, en la calle, los chiíes, indignados, oscilaban entre quienes atribuían los ataques extremistas a suníes y quienes directamente los creen obra de Estados Unidos, por acción o por omisión.

Por su parte el primer ministro británico, Tony Blair, y el rey Abdalá de Jordania condenaron ayer en Londres los atentados de Kerbala y Bagdad. Blair destacó que los atentados tienen como objetivo "enfrentar a las diferentes comunidades religiosas de Irak".

Una madre abraza a su hijo herido ayer en Kerbala.
Una madre abraza a su hijo herido ayer en Kerbala.EFE
Abu Musab al Zarkaui, a quien EE UU culpa del atentado.
Abu Musab al Zarkaui, a quien EE UU culpa del atentado.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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