La 'gripe del pollo' continúa su avance en China con seis nuevos brotes
La gripe aviar se extiende por China. Las autoridades sanitarias anunciaron ayer la existencia de dos nuevos brotes sospechosos en sendas provincias del centro y el sur, que vienen a sumarse a los cuatro registrados el sábado. Un total de 34 enclaves confirmados y 15 posibles han sido identificados a lo largo de China desde que a finales de enero se convirtiera en el décimo y último país en registrar la enfermedad en Asia. Excluidas Hong Kong y Macao, 14 de las 31 provincias chinas se han visto afectadas.
Aunque, de momento, no se ha registrado ningún contagio humano en el gigante asiático, el Gobierno teme que el virus llegue a Pekín tras haber sido detectado en Tianjin, a unos 100 kilómetros de la capital. El pasado sábado se ordenó un simulacro de detección y aislamiento de un supuesto brote a las afueras de la capital. Expertos, veterinarios e inspectores sanitarios fueron desplazados urgentemente a la zona, se establecieron controles de carretera, se vacunó a los pollos y se aplicaron medidas de cuarentena.
Además, Pekín ha prohibido la venta de aves vivas en los mercados, una práctica habitual hasta que estalló la enfermedad. Jaulas vacías y plumas en el suelo es todo lo que queda en los puestos clausurados por orden municipal. El patógeno de la gripe aviar, el H5N1, ha causado hasta ahora 14 víctimas mortales en Vietnam y seis en Tailandia, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las autoridades chinas aprobaron el pasado sábado un nuevo test capaz de detectar el virus en sólo cuatro horas, frente a los 21 días, que según aseguran, hacían falta hasta ahora. Algunos expertos chinos han sugerido la posibilidad de que los excrementos de aves migratorias sean los responsables de la epidemia. Según ha asegurado un responsable de la Administración Forestal en la prensa local, el regreso de las aves a medida que aumenten las temperaturas, "podría incrementar significativamente el riesgo de expansión del virus".
