El éxito de Kiss FM aviva el conflicto legal entre Blas Herrero y Onda Cero
El empresario asturiano reclama 586 millones de euros por "incumplimiento" de contrato
Los últimos datos del Estudio General de Medios (EGM), difundidos a mediados de diciembre, han avivado el litigio entre Blas Herrero, propietario de Radio Blanca, y Onda Cero. El empresario asturiano reclama 586 millones de euros por lo que considera "incumplimiento" del contrato que dio origen a Kiss FM, una cadena musical asentada sobre medio centenar de emisoras propiedad de Herrero que ha experimentado un éxito fulgurante. Con apenas dos años de vida se ha colocado como la tercera radiofórmula más escuchada del dial y con 1.366.000 oyentes.
El contrato de Onda Cero con Radio Blanca para la comercialización de Kiss FM se firmó el 27 de julio de 2001, en la época en la que Ignacio Baeza era consejero delegado de Onda Cero y esta cadena de radio pertenecía al Grupo Admira. Desde la filial de medios de Telefónica, el principal impulsor fue el entonces presidente, Juan José Nieto. Necesitaba atar las emisoras de Herrero para mantener un grupo radiofónico compacto y diversificado, con una oferta generalista (Onda Cero) y otra musical (Kiss FM) competitivas. Con este acuerdo se ponía fin a un largo periodo de negociaciones y se atajaban las pretensiones de Herrero de independizarse para crear su propia cadena.
El contrato incluía una serie de complejos baremos, vinculados a la audiencia de la nueva radiofórmula, para determinar los pagos que Admira debía satisfacer a Herrero. Onda Cero se comprometía a pagar alrededor de 18 euros por oyente. Pero ambas partes discrepan a la hora de contabilizar los datos del EGM. Herrero reclama que se utilice como referencia la audiencia acumulada (1.366.000 oyentes, según la última oleada) mientras que Onda Cero sostiene que debe aplicarse el criterio de audiencia media (162.000 oyentes, según estima la cadena). Esta diferencia abismal equivaldría a 24 millones de euros si se aplica el primer baremo y 2,9 millones si se tiene en cuenta el segundo.
Desde mayo de 2003 el conflicto está sometido a un arbitraje, que se resolverá a mediados del próximo mes de marzo. El procedimiento legal deberá resolver las diferentes interpretaciones de las cláusulas del contrato de Kiss FM, que emite a través de 57 frecuencias.
De los 586 millones de euros que reclama Blas Herrero, 258 corresponden a la cláusula penal por incumplimiento de contrato y los otros 328 se consideran daños y perjuicios. Además, el empresario asturiano pide otros cinco millones por la diferencia derivada de aplicar el baremo de audiencia media o acumulada en la liquidación correspondiente a los seis primeros meses de 2003.
Herrero argumenta que cuando Onda Cero estaba bajo el control de Telefónica se le liquidó en función de la audiencia acumulada. Más tarde, la operadora advirtió al empresario de que se había producido un error y le instó a devolver el pago para ajustarlo a la audiencia media. Los nuevos gestores de Onda Cero (el grupo Planeta-De Agostini) insisten en que este último es el criterio válido y expresan su confianza en el arbitraje. De hecho, en el folleto de salida a Bolsa del grupo Antena 3 (que engloba a Onda Cero), presentado en octubre de 2003, especifica que según dictámenes de "prestigiosos bufetes" del proceso arbitral promovido por Radio Blanca "no se derivarán costes o desembolsos significativos" para la compañía. Onda Cero considera que dentro de su estrategia mediática es importante tener manos libres para gestionar una radiofórmula.
Blas Herrero, por su parte, se mantiene a la expectativa. "No voy a hacer valoraciones. Hay un arbitraje judicial y espero que se resuelva favorablemente para Radio Blanca", dijo. Negó que entre las dos compañías exista un "conficto" abierto y recordó que "hay una cláusula de confidencialidad" sobre el desarrollo del litigio.
Kiss FM comenzó a emitir en abril de 2002 con una oferta basada en clásicos del pop nacional e internacional, que venía a tomar el relevo de Onda Cero Música. A la hora de establecer las cláusulas del contrato se tomó como referencia la audiencia de Onda Cero Música, que rondaba los 100.000 oyentes. La primera oleada del EGM de 2001 le otorgó 89.000 y un año más tarde, 101.000.
El acuerdo establecía un sistema de escalas para determinar las cantidades que debía satisfacer Admira. Según los cálculos iniciales, Admira abonaría alrededor de 300 millones de pesetas al año, una cantidad considerada "razonable" por los antiguos directivos de Admira. Sin embargo, Kiss FM dio un vuelco a las audiencias. Comenzó a ganar oyentes y a finales del año pasado obtuvo más más de 1,3 millones.
Con la compra de Planeta del 25% del capital de Antena 3, el grupo editor tomó también el control de Onda Cero. La resolución del conflicto de Kiss FM es clave para emprender el saneamiento económico de la cadena, que incluiría un expediente de regulación de empleo similar al llevado a cabo en la emisora de televisión.
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