500 piezas forman un recorrido por un siglo y medio de ahorro en España

Medio millar de piezas históricas y artísticas forman la exposición Medio siglo de ahorro en España, organizada por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) para conmemorar el 75º aniversario de su creación. La muestra plantea el ahorro como una invención en los comienzos de la revolución industrial, en el paso de la tradición a la modernidad a partir de las actividades de las cajas de ahorro desde la mitad del siglo XIX.

Las salas de exposiciones de la CECA en Madrid (Caballero de Gracia, 28, de 10.00 a 21.00, de lunes a viernes, hasta el 31 de octubre) presentan los documentos históricos y sociales que ilustran un siglo y medio de ahorro en España. El comisario, Pablo Martín Aceña, catedrático de Historia Económica en la Universidad de Alcalá, considera el ahorro como "una verdadera invención", que equipara a la máquina de vapor, el ferrocarril o el telar mecánico. "El ahorro, que no debe confundirse ni con la caridad ni con la beneficencia, implica una actitud económica de anticipación, de cálculo, de racionalidad. Es un comportamiento cultural nuevo vinculado al desarrollo de las sociedades industriales y a la idea de progreso".

Cuadros de Bayeu, Lizcano, Meléndez y Del Castillo, junto con un arcón de caudales de tres llaves y reales cartas sitúan desde el principio un recorrido por la historia, la sociedad y la formación de las cajas de ahorro, que tienen su origen en los montes de piedad, con el primero creado en Madrid en 1702 para auxiliar "a vivos y difuntos".

La muerte de Fernando VII provocó el regreso de los exiliados liberales y progresistas, que pusieron en marcha las reformas de la revolución industrial, entre ellas las cajas de ahorro, por orden de 1835 firmada por el ministro Diego Medrano, del que se expone un retrato y su sable. El montaje de la exposición, diseñado por Gabinete 40, sigue un orden cronológico. El reinado de Isabel II se ilustra con retratos de personajes de la época (Isabel II, Espartero, Mesonero Romanos, Madoz) y cuadros de costumbres, de artistas como Esquivel, Lucas, Gutiérrez de la Vega, así como con maquetas de locomotoras de vapor y puentes colgantes y los primeros documentos de las cajas. El periodo de la Restauración refleja los cambios en el mundo político y económico, la guerra de 1898 y la lenta modernización de la industria y la agricultura. En las paredes se acumulan retratos de Alfonso XII, Cánovas, Sagasta, Echegaray, que se unen a cuadros de Regoyos y Rusiñol y las libretas escolares, monedas, cartillas y fichas de cuentas.

Almacén de empeños

En un espacio se reproduce un pequeño almacén de empeños, una selección de piezas que fueron empeñadas y sus dueños no pudieron rescatar. Es una pequeña muestra de lo que conservan actualmente las cajas de ahorro, que de forma documentada pertenecen a su patrimonio documental y artístico. Al lado de dos pequeños cuadros de Sorolla aparecen las piezas más diversas, desde un Libro de Horas de la familia real a un maletín de barbero, cámaras de fotos, radios y una muela de oro. Otras imágenes de la sociedad aparecen en los cuadros de Evaristo Valle, Zubiaurre y Cutanda, que dan paso a la dictadura de Primo de Rivera y a la II República, con las nuevas comunicaciones y las infraestructuras. Los cambios se reflejan en maquetas (puente de Tortosa, estación de Francia de Barcelona) y en obras de Ferrant, Enrique Segura (un retrato de Azaña), y la Guerra Civil en Picasso y Julio González.

Con un retrato de Franco, de Vázquez Díaz, se entra en los años cuarenta, que hasta la actualidad se refleja en grandes paneles, reproducciones y piezas singulares, con numerosas obras de arte contemporáneo (Chillida, Barceló, Saura, López, Miró, Zóbel, Genovés), de las colecciones de cajas de ahorro, que se unen a los numerosos préstamos.