La limpieza municipal genera ruido
Nunca he visto incumplir con tanto rigor y saña una campaña del Ayuntamiento de Madrid, como la actual contra el ruido, por parte de los propios servicios de limpieza de este Ayuntamiento.
Desde el mes de mayo, nos torturan con la recogida de residuos sólidos de contenedores de basura de reciclaje de cartón, envases y vidrio, de los contenedores situados en la calle de Arganzuela. Una calle estrecha de la zona centro.
Primero pasa el camión tradicional de la basura, con su ruido habitual, a partir de las 12.30 de la noche. Más tarde vienen a recoger uno tras otro el resto de los contenedores. Los recogen por separado y esto lo hacen desde la 1.30 de la madrugada a las 4.00 de la madrugada, casi a diario, pues en el barrio somos demasiado buenos ciudadanos y llenamos los contenedores todos los días. Ese ruido ocasiona una alteración del sueño irrecuperable. Desde mayo no podemos dormir más que unas tres horas, a pesar de somníferos, tapones en los oídos y demás artilugios. El ruido nos despierta todas las noches y afecta nuestra capacidad de trabajo, nuestro humor y nuestro estado físico y psíquico.
A pesar de las repetidas solicitudes de cambio de emplazamiento de dichos contenedores, el Ayuntamiento ha hecho oídos sordos a todas las peticiones de cambio, eliminación o cambio de horario de recogida.
El ruido lo producimos todos y es responsabilidad de todos el evitarlo, tanto los que proponen las campañas como los afectados por las mismas. La salud ciudadana depende de un descanso digno.
