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La oposición italiana vota contra el programa europeo de Berlusconi

'Il Cavaliere' comparece hoy en medio de recelos ante la Eurocámara

La tregua ofrecida por la izquierda al Gobierno de Silvio Berlusconi durante el semestre de presidencia italiana de la UE ha sido breve. El debate parlamentario sobre el programa que Italia presenta hoy en Estrasburgo a los socios comunitarios estuvo ayer plagado por las descalificaciones y ataques políticos que intercambiaron los parlamentarios del Gobierno y de la oposición. La votación final dejó constancia de las diferencias.

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La moción con el programa europeo del Ejecutivo obtuvo sólo 263 votos, procedentes de la Casa de las Libertades, frente a 210 votos contrarios y dos abstenciones. Todo apunta a que el semestre de presidencia italiana puede convertirse en un nuevo terreno de batalla política, entre el Gobierno de Berlusconi y El Olivo.

Prejuicios de la prensa

El ministro de Exteriores, Franco Frattini, intentó mantener la calma. "Respetamos las preocupaciones y los prejuicios de la prensa extranjera hacia el Gobierno italiano y el primer ministro, Silvio Berlusconi", dijo, "pero nuestro deber es responder a estas preocupaciones con hechos concretos". En realidad, la presidencia de turno es un periodo exiguo para abordar ninguna gran tarea. "Italia tendrá que limitarse a seguir la agenda de la UE", declaró ayer un diplomático español al respecto. Si el Gobierno de Berlusconi logra que la Conferencia Intergubernamental cierre el capítulo de la Convención Europea, Il Cavaliere podría considerar un éxito su paseo europeo. El Gobierno italiano pretende avanzar también en el capítulo del control de la inmigración clandestina, un problema común de los socios europeos. Más fría será la acogida que reciba el plan Tremonti para bordar grandes obras de infraestructuras recurriendo a emisiones de bonos del Banco Europeo de Inversiones.

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Berlusconi inaugura hoy en el Parlamento Europeo el semestre italiano de presidencia de la UE, que tanto recelo y reservas suscita en medios políticos y diplomáticos comunitarios dada la controvertida personalidad del primer ministro italiano. Su rival político nacional, Romano Prodi, actual presidente de la Comisión Europea, le deseó ayer lo mejor y le tendió una mano, siempre que trabaje en colaboración con Bruselas.

"Vamos a cooperar de forma conjunta. Las instituciones son las instituciones y tenemos experiencia en cómo tratarlas", declaró Prodi, utilizando el plural mayestático en una comedida respuesta a una pregunta de un informador durante una conferencia de prensa en Estrasburgo con el primer ministro griego, Costas Simitis.

Traducido en román paladino, Prodi le vino a decir que un presidente de la UE debe ser neutral y concertar políticas con todos los países miembros de la Unión y con la Comisión. También Simitis, que ha ocupado durante el pasado semestre la presidencia de la UE, le dio una recomendación muy parecida: "Es preciso que se concierte con todos".

Prodi y sus colaboradores intentan rebajar tensión sobre la relación con el líder de Forza Italia durante los próximos meses. Las relaciones entre ambos políticos han sido siempre muy tirantes, algo, por otra parte lógico dado el duelo que tuvieron en las urnas en mayo de 1997 y que significó la salida del poder de Berlusconi y la llegada de Prodi. Todo indica que el pulso podría repetirse en las próximas elecciones legislativas italianas en 2006. Los colaboradores de Prodi, que dejará la Comisión en noviembre de 2004, hablan cada vez más claramente de sus deseos de aspirar de nuevo a la reconquista de Palazzo Chigi, la sede de la jefatura del Gobierno.

"Por nuestra parte no haremos nada para provocar y esperamos que tampoco lo haga él", comentaba ayer uno de los más estrechos colaboradores del presidente del Ejecutivo comunitario. Prodi se irritó sobremanera cuando hace un mes y medio Berlusconi le acusó de haber malvendido en 1985 la empresa pública agroalimentaria SME.

Il Cavaliere está pendiente de juicio por presunta corrupción de jueces cuando adquirió años después esa compañía, aunque por el momento se librará de pesadillas con la justicia gracias a la Ley de Inmunidad aprobada por el Parlamento italiano en vísperas de asumir la presidencia europea.

Por el momento, la única cosa cierta de la presidencia italiana es el regalo de una estatua ecuestre de Il Cavaliere a la Eurocámara.

Romano Prodi, ayer en Estrasburgo.
Romano Prodi, ayer en Estrasburgo.EPA

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