La policía combate con violencia la protesta
La dura actuación de los agentes para disolver las manifestaciones deja 50 heridos en Madrid
Jugando al ratón y al gato durante horas, pero con palos. Así estuvieron anoche la policía y los manifestantes en las calles de Madrid. Los agentes cargaron una y otra vez, con gran dureza. La policía tenía órdenes claras: los manifestantes no podían llegar ni frente a la sede del PP, ni al Congreso de los Diputados, ni siquiera a la Puerta del Sol. Lo impidieron por todos los medios, pero sobre todo con porrazos y decenas de pelotas de goma. Al menos 50 heridos contabilizó el Samur, entre ellos cinco policías. La escena de mayor tensión se vivió cuando unos 2.000 jóvenes lograron burlar a los guardias y concentrarse en la Puerta del Sol para gritar "no a la guerra". Una decena de furgones entraron entonces a toda velocidad en la plaza y expulsaron a los manifestantes. Todo, en el día previo a las grandes marchas de hoy.
Los manifestantes decidieron entonces cumplir, por agotamiento, con el objetivo inicial de la policía: la dispersión. Pero sólo por una noche. La batalla, presumiblemente, continuará hoy cuando la gente trate de llegar al Palacio de la Moncloa. Todo parece indicar que no les dejarán.
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