La publicidad se erige en el último escollo para la norma mundial contra el tabaco

La última reunión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para elaborar el Convenio Marco sobre el Control del Tabaco tenía previsto clausurarse anoche en Ginebra, tras más de dos años de reuniones. Sin embargo, a las diez de la noche no había acuerdo sobre el tema más espinoso desde el comienzo: la prohibición de la publicidad. La reunión se iba a prolongar hasta la madrugada de hoy.

El director ejecutivo de Enfermedades No Transmisibles de la OMS, Derek Yach, explicó por teléfono que el último borrador incluía "la prohibición de la publicidad, del patrocinio y de la promoción del tabaco, aunque permitiendo a aquellos países con problemas constitucionales para prohibirlos que no la apliquen". El texto que debatían los 170 países reunidos establecía la posibilidad de elegir entre una "prohibición total o restrictiva". El convenio debe entrar en vigor tres años después de la aprobación. EE UU y Japón, los países más beligerantes, estaban de acuerdo gracias a la inclusión de la prohibición restrictiva, pero no Alemania.

Alemania es el segundo país, después de EE UU, que más cigarrillos exporta. La postura de Alemania dificultaba el consenso, porque la UE debía votar una postura común. Yach explicó que la regulación sólo afecta a aquellos países que suscriben el acuerdo, aunque tampoco estaba decidido cuántos países debían ratificarlo para que entrara en vigor. El director general de Salud Pública, José María Martín Moreno, explicó que España apoya la prohibición.

Prohibido a menores

Yach afirmó que el acuerdo era total sobre la prohibición de vender tabaco a menores, las advertencias sanitarias claras en las cajetillas de tabaco, la lucha contra el contrabando, el acceso a los tratamientos de deshabituación y la prohibición de fumar en los transportes públicos.

Judith Wikenfeld, portavoz de Frame Tobacco Alliance, una asociación presente en Ginebra que agrupa a más de 180 organizaciones antitabaco, afirmó que el último borrador "sería un buen primer paso en la lucha contra el tabaco". La prohibición total ha entrado y salido del texto del convenio varias veces.

El otro punto arduo de la negociación, la financiación de la lucha contra el tabaco, quedó superado cuando los países decidieron postponerla. Los países pobres querían una aportación obligatoria de los países ricos. Éstos, que fuera voluntaria. Yach explica que la OMS va a estudiar cuánto dinero sería necesario para financiar la subvenciones a los agricultores que dejen el tabaco y a los países por la pérdida de ingresos. "Se trata de ver si con los fondos actuales de ayuda al desarrollo, sería suficiente o si hay que crear un fondo similar al de lucha contar el sida", explicó Martín Moreno.